CAPÍTULO 19

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Creo que bailamos más de una canción, pero debo ser sincera en estos momentos en los que estamos así yo recostada en su pecho mientras me envuelve en sus brazos, nada de lo que pasa a mí alrededor tiene importancia, me puedo olvidar de que me acabo de casar con el enemigo incluso que me gusta que me abrase, solo somos él y yo bailando al ritmo de la música lenta dejándonos llevar por eso y nada más.

-perdón que los moleste – abro los ojos y aparto mi rostro del pecho de Nicolás levantando la mirada, para encontrarme a Peyton que con su hermosa sonrisa me pide que me aparte – me toca bailar con Nicolás

-esto no es por turnos – digo con desdén vuelvo acomodarme en su pecho sin prestarle atención, pero Nicolás esta tenso y la maldita perra no se mueve, resoplo apartándome – si eso es lo que quieres bien

Le espectro a Nicolás para apartarme de él tratando de acomodar el vestido para no caerme, creo que es hora de cambiarme y quitarme esta falda tan larga, aparte necesito espacio entre Peyton y yo, antes de que haga lo mismo que hice con la organizadora, pero esta vez delante de más público y con una perra mucho mayor

La organizadora llega detrás de mis avisándome de que faltan muchas cosas por hacer, pero yo ya no soporto el día

-aún falta el baile familiar y las fotos en el campo que- detengo mi paso y ella choca con mis vestido – ohh

-¿por qué no nos saltamos algunas cosas?- acomodo mis vestido – el día ha sido muy agotador, que los invitados se vayan lo antes posible

-peroaún falta la comida incluso el pastel y

-ya entendí-sigo mi paso resoplando, mientras entro a la habitación y me ayudan a quitarme el vestido, para ponerme otro diferente, uno más pegado, sin tantas capas de tul pero igual de amplio para que pueda usar unos zapatos más cómodos, estoy acostumbrada a llevar tacones pero con el peso del vestido necesito un descanso, lo que si es que es igual de llamativo que el anterior, pero con la diferencia de que no es tan pesado, retocan mi maquillaje y el peinado, para luego volver a salir, para mi mala suerte y enojo, la maldita de Peyton sigue bailando de Nicolás, bailan pegados mientras ella se ríe, viro los ojos y veo como algunos reporteros se acercan a tomarles una foto juntos, debo admitirlo hace una linda pareja, ella parece una modelos salida de pasarela con su altura y cuerpo esbelto sumando a eso sus curvas y su gran vestido de diseñador que la deja ver despampanante

-¿puedo bailar contigo?-y como siempre Dónovan salvándome de mi furia y de que cometa más estupideces de las habituales –te vezhermosa, este vestido me gusta mucho

Golpeo su hombro juguetonamente y tomo su brazo, con elegancia toma mi cintura y nos movemos al ritmo de la música

-no sabía que supieras bailar tan bien

-no eres la única que se guarda bien sus dones- me rio, me encanta que Dónovan sea tan despreocupado -¿Cómo estás?, con los de anoche y esto

-mejor de lo que pensé –soy sincera con él, eso me servirá a desahogarme – sabes no es que me importe que él se acueste con ella- hago una seña hacia la gran pareja bailando- solo no me gusta que ella se crea superior a mí, cree que tiene el poder como para decirle a Nicolás que salte y lo hará

-ya veo, así que no te gusta que nadie más tenga el poder – me encojo de hombros esa es la verdad

-supongo-suspiro –aunque otra parte me molesta que yo tenga que lidiar con él toda mi vida y ella solo lo tenga un rato

-¿la envidias?

- piénsalo, ella se acuesta con Nicolás, baila con él y se ríe, pero no tiene que sufrir sus gritos, demandas, amenazas ni encierros e incluso su mal humor de todos los díasy yo lo sufro sin obtener ni un simple acoston con el – la carcajada de Dónovan me hace reír a mi igual, estoy diciendo puras tonterías

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