CAPÍTULO 7

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Tiemblo durante toda la noche sin lograr dormir, sé que los monstruos asechan en la noche, y sé que el mío propio está a tan solo unas puertas de mi habitación. Ya no solo tengo pesadillas sobre la muerte de Oliver si no también la escena de como le quitaron la mano a ese hombre que ni siquiera conocía, mi mente me juega una mala cada que intento cerrar los ojos y en vez de ese señor veo a mi hermana atada e incluso a mi madre y eso me hace templar y perder el sueño, prefiero no dormir y estar vigilando. Tal vez así pueda evitar que eso pase, tal vez así podría llegar a tiempo y cambiar las cosas

El sol sale y sigo en la misma posición abrazada de mis rodillas en medio de la cama,  viendo a la puerta, cuando se abre doy un brinco y la del servicio se asusta igual

-¿se encuentra bien señorita?- no contestó, que le importa al mundo como estoy –el señor...

no la dejo terminar entro al baño y me encierro, tomo una ducha, trato de despejar la cabeza dejando que el agua corra por mi cuerpo y respiro, me coloco unos jeans y una playera, salgo del cuarto y bajo al comedor, los últimos días después del incidente se volvió rutinario, una sirvienta entra al cuarto y me dice que baje a comer, medio como y luego me obliga a ir a la oficina donde paso horas sentada reviviendo lo sucedido ya que no tengo nada más que hacer.

Me siento lejos de él y lo escucho gruñir, no estoy de humor para sus amenazas o reclamos quiero un día tranquila, me planta él desayuno pero no puedo comer, la sangre en el suelo y la imagen de ese señor me revuelve el estómago y una parte de mi quiere convencerme de que al menos está vivo, pero la imagen de como cortan su mano sin piedad me asquea.

-come

-no puedo- los últimos días no protesto solo me muevo y agradezco que ni siquiera el me dirija la palabra porque no puedo enfrentarme a él y a sus exigencias

-come sino sabes lo que pasa

-¿cortaras otra mano para darme una lección?- agradezco que este consiguiendo el valor que perdí, esta noche a diferencia de las anteriores al menos dormir un rato, me desperté por una pesadilla pero al menos pegue ojo.

-llame a tu hermana

-no -lagrimas caen, he llorado más veces estos días que mis 23 años de vida  -por favor no, comeré solo déjame...- meto una cucharada de comida a mi boca, pero no puedo estoy asqueada y rápidamente lo regreso

-detente

-te lo suplico – hago otro intento pero no hay resultado

-basta Raven – se acerca a mí y me quita el tenedor de la mano mientras yo intento contener el vómito cerrando al boca para que la comida entre – basta

Vómito y el estómago me arde, las lágrimas queman y ya no sé qué hacer para que no lastimé a mi familia

-saldré y tú te quedaras con tu hermana, solo es un día, disfrútala y relájate- niego con la cabeza no puedo bajar la guardia, no con él-regresare en la noche tengo asuntos que resolver

-no le harás daño ¿verdad?

-no, estas cumpliendo tu parte, así que quédate tranquila- limpia mis lágrimas pero yo me aparto. Abotona su traje

-vendrá en un rato, no intentes nada estúpido ni le hables de lo que paso, porqué...

-no lo haré- no necesito escuchar las palabras salir de sus labios no de nuevo.

-bien – besa mi mejilla para mi asombro.

Sale del comedor y aunque ciento que puedo respirar y que estoy feliz porque veré a mi hermana aun siento una presión en el pecho, estos sentimientos acabaran conmigo. Me arreglo para ocultar delante de mi hermana los días que he pasado sin dormir, debo mostrarme fuerte y necesito saber que ella está bien, viviendo en el mismo lugar que nuestro padre, el asesino de Oliver.

CONTIGO EN EL MEDIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora