CAPÍTULO 30

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Nicolas:

-enserio crees que no está molesta- suspiro, tocando mi cien con mi dedos, tengo un dolor de cabeza, y los problemas no dejan de aumentar

-sé que está molesta

-entonces que piensas hacer? - nada, no pienso hacer nada, sé que le disgusta que todo el contrato se va en que ella tiene que darme un hijo, pero es lo que necesito para asegurar mi futuro y no pienso cambiar de decisión

-deberías estar pensando en cómo resolver nuestro problema con la droga en vez de tratar de resolver que Raven este molesta

-si ella está molesta, tú de mal humor y eso significa a alguien muerto y malas decisiones, no quiero eso

-puedes callarte por un rato

-vez – dios, me estaba sacando de quicio

Habían interceptado uno de nuestro camiones, con mucha droga y dinero que perdí, no solo habían atentado contra mi vida, si no que ahorra también me robaban y eso no era bueno, por esa carga acababa de perder mucho dinero que tal vez no recuperaría.

Estaba de camino a buscar a Raven, la llevaría de regreso a la casa, había estado recibiendo constantes amenazas que al principio pase por alto, pero ahora que no solo habían herido a mis hombre, si no que me habían robado también no podía pasar por alto la nueva amenaza, necesitaba mantener a mi mujer a salvo

-Necesito que vuelvas a mandar el cargamento, adelántalo para mañana, cambia las fechas de entregas y aumenta la seguridad de la propiedad de los ángeles, quiero que piense que ahí es donde mande a Raven

-no crees que lo más seguro es mantenerla lejos de ti por un rato

-esta más seguro a mi lado, no digas estupideces – en algo tenía razón Dónovan, estaba de mal humor y no solo porque Raven estuviera molesta si no también, porque tenía muchos problemas encima y no podía permitirme cerra un ojo en estos momentos

Me sorprendió ver a un montos de hombres trabajando en la estructura de la empresa, estaban cambiando las puertas y pintando el edificio, el problema era que no conocía a nadie de los que estaban aquí y no había podido contactar con Raven en horas

-maldición - Sali del auto rayando con mis hombres detrás de mí – retenga a todos, vean sus identificaciones, nadie más sale o entra

No me preocupaba el revuelto que se hiciera, subí hasta el último piso y entre volado a la oficina de mi mujer

-no puede- aparte a la mujer que se metió en medio de mí y abrí la puerta

-donde demonios esta? - una Eleonor temblorosa a punto de llorar se paró enfrente de mí, desde luego que estaría aquí

Renuncio esta mañana, solo que no dio razones prometió pagarme y como era el menor de mis problemas la deje ir, debí suponer que lago tenía que ver mi mujer

-en reunión, pero no puede molestarla, es muy importante que ella termine- me dio igual lo que ella decía, ya sabía dónde estaba y mi prioridad no era que esta maldita empresa estuviera bien si no que mi mujer estuviera bien, camine con grandes zancadas con Eleonor aterrada atrás, pero la cosa era que no pude sacarla del edificio, Cuando la vi caminado con seguridad alrededor de esos grande magnates de las empresas, me quede embobado, su figura diminuta a diferencia de ellos era algo cómico, pues ellos estaban concentrado en lo que ella les decía, sentí celos porque ellos pudieran estar dentro admirándola, pero no me moví; recordé lo importante que era para ella esto, así que solo me quede ahí, viéndola a mi mujer desenvolverse en lo que era lo suyo.

Los hombres salieron después de media hora, me saludaron y les regrese el saludo rápido pasando de ellos, vi como Raven se sentaba en una silla se quitaba sus tacones y suspiraba, estaba seguro de que es estos momentos no estaba concentrada en nada que no fuera que todo salió como quiso y el cansancio que la agrumaba

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