Percibo su enojo, pero no mentí no pienso pasar más tiempo con él de lo necesario es decir desayunamos juntos por que me obliga y ya y es verdad que tal vez empiece a tolerarlo. Pero solo es eso, no quita que lo odie y que no me agrade ni sienta nada por él. Al final solo le estoy sacando provecho al estar con él, me dará la empresa de mi padre si yo me caso con él, es una cosa por otra y creo que no necesito darle nada más pues ya le di mi vida.
-¿señorita?
-Raven Eleonor, mi nombre es Raven – me aclara la garganta, no tuve una buena noche, me la pase pensando en todo y no logre dormir, la angustia de lo que Nicolás esperaba de mí en las disque luna de miel me aterraba y mucho más me aterraba no lograr que esa empresa se volviera en algo bueno en tres semanas y perder la de oportunidad de conseguir la de mi padre y cuando logre dormir las pesadillas regresaron.
-el señor Nicolás la espera para desayunar junto a la organizadora- me levanto de golpe ¿esa bruja comerá con nosotros?,
-¿Qué?
-que el señor Nicolás y la orga
-si eso ya entendí, ¿Qué hace ella aquí?- no me agradaba es mujer y no tolerare ver como coquetea con Nicolás delante de mí, gruño de frustración, no debería importarme tanto, pero lo hace y eso me hace molestar más aún si es posible
Me paro de la cama, amarre mi cabello en una coleta y me calce lo primero que encontré no pensaba dejarlo solo un minuto más, baje casi corriendo con los pasos de Eleonor detrás de mí, cuando llego a la entrada me recompongo y entro con una gran sonrisa falsa
-buenos días cielo- la organizadora está sentada en mi lugar con su mano en el brazo de Nicolás, cuando me ve entrar me muestra su mirada arrogante, parecía que peleábamos por él, pero era obvio que yo ya había ganado. Camine confiada y me acerque a Nicolás, le plante un beso en la mejilla, su pequeña barba de apenas unos días me provoco cosquillas y me separe rápido de el
-buenos días- saludo este con una sonrisa, parecía que estudiaba mi expresión – siéntate
Tomo asiento a su otro lado y espero a que traigan el desayuno, no tardan y una sirvienta entra con nuestra comida
-agradezco que me invitaras a comer Nicolás- viro los ojos, esa mujer no entiende-pensé en que esta vez podríamos terminar esa conversación que tuvimos en tu despacho
Que se supone que debo hacer, estoy tentada a tomarla del cabello, pero no lo creo correcto para alguien como yo, así que respire y trincho mi fruta aunque era su cabeza de ella la que quería trinchar. El celular de Nicolás me saca de mis sueños
-disculpen debo atender – sale del comedor no sin antes darme un liguero apretón en el hombro, algo más duro de lo que esperaba y no sé por qué exactamente fue eso, tal vez este evitando que la mate o que haga algo loco
Esa mujer me sonríe con arrogancia y ya no puedo más, si ella es una perra yo soy una más grande. Me paro llamando su atención cuando corro la silla
-¿te gusta tu trabajo?- pregunto mientras me siento en la silla de Nicolás que está más cerca de ella, cruzo mis piernas y me volteo a verla
-si- regresa a su comida como si entablar una conversación conmigo fuera aburrido
-me alegra, pero si no quieres perderlo deja de insinuártele a mi prometido – capto su atención pero no me agrada su expresión, en vez de preocupación veo el reto grabado como si quisiera probarme que ella va primero, realmente no sé si eso podría ser posible y debo de admitir que me da miedo que tenga razón, aun así me arriesgare a jugarlo todo, si eso cree ella será mejor bórrale esa expresión de la cara
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CONTIGO EN EL MEDIO
Roman d'amour-shhh...-acaricia mi cabello- lamento tenerte aquí, mereces algo mejor que esto, pero ya no puedo soltarte...lo siento - susurra en mi oído para luego plantarme un beso en la mejilla Me siento extraña, como si todo mi enojo él lo hubiera reducido a...