Capítulo 24:
Cuando despierto y veo que Nicolás no está en la cama sé que algo va mal, todo era perfecto, su actitud, el lugar, la comida. En resumidas cuentas estaba en un sueño, pero la burbuja había sido explotada solo ver su rostro al cerrar la puerta
-no vamos alista tus cosas, comerás en el avión – pasa de mi al cuarto y escucho como cierra la puerta del baño
Su actitud tierna se ha ido y ha regresado a ser el Nicolás frio y controlador de siempre, se suponía que mañana nos íbamos y sé que no estoy en posición de preguntar pero tengo curiosidad por saber qué es lo que no va bien.
Cuando el sale luce uno de sus trajes pulcros, está ligeramente bronceado y me encanta, pero ahora con su traje no me veo capaz de acercarme y tocarlo como hice anoche, Con su traje se ve muy lejos del hombre que fue apenas unas horas cuando me beso y dejo que durmiera en su pecho, ahora todo eso parece algo incorrecto y lejano a que vuelva a suceder.
-vámonos- demanda, ni siquiera me he movido de mi lugar, sigo en mi pijama, con el cabello revuelto y un mal aspecto
-no estoy lista, si me das
-no tengo tiempo Raven, así que muévete, ya te cambiaras en la casa
Todo el progreso que habíamos tenido como compañeros se está yendo al caño, veo como poco a poco él me está alejando, provocando mi mal genio. Resoplo pero no protesto y lo sigo, soy un desastre y la gente se me queda viendo, pues estoy en pijama y el hombre a mi lado está en un traje de tres piezas muy elegante.
Subimos al auto y con la misma al avión, no me habla y no me dirige ni una mirada, esta exhorto al teléfono gritándole a medio mundo, bramando órdenes a quien se le ponga enfrente incluso a mí, el trascurso de regreso es de lo peor, uno de sus hombres se mantiene a mi lado como vigilándome mientras él se encierra en la habitación, no puedo evitar tomar en todo el viaje para relajarme porque me estoy empezando a estresa y su actitud me esta sacado de quicio
Aterrizamos, subimos al auto y tres camionetas nos siguen hasta la casa, sus hombre de siempre incluso los que ya puedo llamar mis amigos lo esperan en la entra, es como si me empujara a la salida, cuando pongo el primer pie en el suelo el carro es arrancado de nuevo, llevándose consigo a mi esposo el cual no tiene ni un según para decirme adiós aunque que esperaba él es un el líder de la pirámide de la mafia.
Claramente me había olvidado de nuestra realidad en la luna de miel y ahora parada en medio de la entrada recuerdo que me case con un mafioso.
Entro a la casa queriendo golpear algo, es el colmo. La servidumbre me recibe y pido que me preparen una ducha pues necesito relajarme. En todo el día me la paso pintando los nuevo paisajes que vi en el viaje tratando de no pensar en que se supone que debo hacer o que se supone que es lo que sigue, ¿el vendrá cenar? O ¿debo espéralo para ir a dormí?, borro esos pensamientos de mi cabeza y pienso en que cuando regrese tal vez podamos hablar de en qué punto estamos en estos momentos, almuerzo sola en mi estudio de pintura nadie me busca, nadie me llama y en parte creo que es mejor.
Pero para la cena pido que preparen al especial pues lo más conveniente sería esperarlo y que cenáramos juntos, así que eso hago me quedo en la mesa con una copa de vino a esperar que el regrese pero él no regresa esa noche e incluso tampoco la próxima noche.
Dos días sin verlo, sin saber de él o que es lo que está pasando, me tiene a siegas, nadie habla conmigo y es como si hubiera regresado al punto de partida, la servidumbre me ignora al igual que sus hombre y los que son mis amigos sus hombres de más confianza claramente están con el cubriendo sus espalda, así que yo estoy sola de nuevo aburrida sin que hacer, he tratado de llamarle pero salta al buzón de voz, habíamos quedado en que nada más regresar de la luna de miel yo entraría a trabajar peor con el fuera y sus hombres sin permitirme salir estoy a punto de explotar, lo único bueno es que tengo nuevas cosas para pintar las cientos de fotos que tome en el viaje están siendo pintadas por mi
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CONTIGO EN EL MEDIO
Любовные романы-shhh...-acaricia mi cabello- lamento tenerte aquí, mereces algo mejor que esto, pero ya no puedo soltarte...lo siento - susurra en mi oído para luego plantarme un beso en la mejilla Me siento extraña, como si todo mi enojo él lo hubiera reducido a...