Perdón. [Hürren x Ibrahim]

Siete.

   Entró a su habitación y corrió a su cama. Sentía su pecho arderle, su respiración estaba agitada, tapó su cara mientras lloraba con desesperación, no podía casarse, no quería llorar más pero no pudo evitarlo, su dolor era muy fuerte.

La puerta se abrió y Sümbül corrió hacia ella, se sentó asustandola un poco. Se levantó hasta quedar sentada a su lado y se lanzó a sus brazos a llorar.

—No quiero esto Sümbül, no quiero...- sollozó- creí que si me volvía indiferente con él dejaría de amarme por completo, pero creo que se aferró a mi... ¿Cómo es que no me di cuenta que le gusta que yo me humille por él?

—Sultana, usted es muy fuerte... Podrá pasar esto- sonrió con tristeza al ver la pena en los ojos de Hürrem- creo que debería volver hacer como antes, mostrar que lo ama, que lo necesita... Quizá así vuelve a ser todo como lo era hace unos meses- ella lo miró con atención.

—Sümbül, ¿me estás diciendo que vaya donde él y me arrastré a sus pies como una mujer sin dignidad?

Rápidamente asintió con la cabeza, la ayudó a levantarse de la cama y caminaron hacia el espejo.

—Pero... Si voy ahora los dos sabemos cómo terminará todo y no me siento preparada para eso, no quiero...- susurró- solo ayer estaba con Ibrahim y estaba feliz... Yo...

—Sultana, si quiere que todo sea para mejor debe sacrificarse un poco- acarició la espalda de Hürrem y ésta suspiró cansada.

Se levantó de la cama, arregló su vestido y luego su maquillaje. Antes de salir apareció Lizzi la cual le sonrió levemente, Hürrem caminó hacia ella y tomó sus manos.

—Ve a descansar- susurró para luego salir de la habitación seguida de Sümbül, caminó por los pasillos en silencio mientras jugaba con el anillo que Suleimán había puesto una vez más en su mano.

Cuando estuvo en la entrada los guardias hicieron una reverencia.

—Sultana, el sultán está con Firuze...- murmuró uno de ellos y ella sonrió aliviada.

—¿Sultana...?- una voz áspera se escuchó a sus espaldas y se giró encontrándose con Ibrahim, el cual la miraba con intensidad buscando el motivo de su visita a sultán.

—Pasha, me gustaría hablar con usted...- dijo mientras caminaba hacia él, éste asintió con la cabeza y empezó a caminar a su habitación, ella lo siguió a paso decidido, movió su mano para que la dejarán a solas con el Pasha y entró a la habitación.

—Felicidades, Sultana Hürrem...- susurró Ibrahim mirándola a los ojos, los dos notaron sus tristezas y dolores.

Él no pudo evitarlo y caminó hacia ella, la abrazó con fuerza permitiéndole llorar en su pecho. Hürrem se aferró a su ropaje, las lágrimas no paraban y eso asustó al Pasha.