Perdón. [Hürren x Ibrahim]

Diez.

El aire le estaba faltando pero no se quejaba, ella seguía contra esa pared mientras aquel hombre tenía su mano sobre su cuello asfixiándola. Se miraban a los ojos, él apretó más fuerte y ella entre cerró los ojos ante el dolor, cuando una par de lágrimas bajaron por sus mejillas hasta la mano del Sultán él dejó de apretar. Volvió en sí y cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo se alejó asustado de Hürrem.

Rápidamente llevó sus manos hacia la zona dañada mientras tosía buscando aire, sollozó levemente cuando logró respirar un poco más tranquila pero se mantuvo alejada de él, claramente Süleyman lo notó. La miró suplicante mientras caminaba hacia ella viendo como la Sultana retrocedía una vez más tratando de estar lo más apartada de su cuerpo.

Tenía miedo, sí, pero una parte de Hürrem sabía que lo pasaba ahora mismo era lo mínimo que merecía, ella había alzado la voz divorciándose de él pero es que ya no lo amaba, seguir aferrándose a algo que no tenía reparación era una pérdida de tiempo. Ella amaba a otro hombre pero no lo diría, no a él ni a sus hijos, ni a nadie. Solo dos personas sabían sobre eso Ibrahim y Sümbül Ağa, nadie más.

—Mira lo que me haces hacer, Hürrem...- la tomó con fuerza de la cintura hasta pegarla contra la pared más cercana de esa habitación- me estás volviendo loco, no dejó de pensar en ti, en tu voz, en tu mirada... En tu cuerpo- agarró su mentón alzando su cabeza para conectar sus miradas- soy una bestia deseosa de una hechicera, de una mujer de mirada peligrosa y labios mágicos... Eres mía Hürrem, me perteneces- y entonces la besó, el besó era forzado pues ella trataba de alejarse de él pero mientras más lo intentaba Süleyman más fuerte la tomaba entre sus brazos- y ahora mismo serás mía una vez más.

(...)

Ibrahim golpeó la pared con rabia mientras escuchaba las súplicas de Hürrem, estaba en aquel balcón, los celos lo estaban carcomiendo vivo pero la preocupación era aún más grande, su Sultana ahora mismo estaba siendo ultrajada por ese hombre que se llamaba a sí mismo el magnífico, supuestamente un ser piadoso y bondadoso, el cual ahora mismo estaba abusando de una mujer, su mujer.

Su alma se paralizó cuando todo quedó en silencio, era como si sus tímpanos hubieran reventado. Miró rápidamente hacia la puerta que daba acceso directo a la habitación, la vio salir y su corazón se quebró.

Se escondió entre la oscuridad para mirarla, su cabello estaba algo desordenado, su vestido roto y tenía algunas marcas en los brazos... Pero la más notoria era la del cuello,  ella se apoyó sobre el barandal para luego llevar su mano hasta su rostro mientras lloraba en silencio, quiso correr hasta ella pero el Sultán salió detrás de Hürrem, la tomó de la cintura y la pegó a su cuerpo. Besó su nuca y suspiró mirando hacia la nada, ella intentó alejarse una vez más pero el agarre se volvió más duro.

—Tu sabes que yo te amo Hürrem, eres la luz de mi vida, la razón por la que sigo acá... Mi amor, mi Sultana, nada ni nadie podrá alejarme de ti jamás...- tomó sus mejillas y la besó, ella se mantuvo quieta en su lugar, no respondía era como si siguiera en un estado de shock muy grande. 

Cuando el beso terminó él volvió a entrar a su habitación y cierro las puertas, cayó al suelo llorando desconsoladamente, se sentía tan sucia, tan sola.

Quiso gritar cuando unos brazos la rodearon pero rápidamente reconoció ese aroma, se giró y lo abrazó buscando la protección que siempre le brindaban los brazos de Ibrahim.

—Vamos Hürrem... Si seguimos acá lo mataré- susurró contra su mejilla, ella asintió levantándose con la ayuda de él y caminaron hacia la habitación del sultán.

Ella podría jurar que todos la miraban con lástima, hasta la misma Mahidevran la cual siguió al par a paso lento, en el camino se unió Hatice que miró un poco incrédula a Ibrahim pues tomaba la Sultana con tanta delicadeza que algo en ella se removió. Cuando entraron a la habitación Sümbül Ağa llevó sus manos hasta su boca soltando un suspiro de sorpresa, rápidamente corrió hacia la pareja y ayudó a su Sultana.

—Largo... ¡Largo todos!- gritó Ibrahim mirando a todos los demás, todos salieron asustados, Hatice negó con la cabeza y salió detrás de una de las criadas- Hürrem mírame... Mírame por favor- acarició su mejilla y ella lo miró.

En su mirada había tanto dolor que su alma se estremeció.

—Prepara las cosas de la Sultana- esta vez le habló al Ağa, él lo miró un tanto confuso- nos iremos amor... Nos iremos lo más lejos posible, no volveré a permitir que alguien más te haga daño.

—Mis hijos... No puedo Ibrahim, mis hijos, si me voy los matarán- susurró- soy fuerte puedo con esto, solo... Solo jamás creí que él podría hacerme algo así, me siento tan sucia... Lo siento Ibrahim- sollozó- lo siento...

—No no, Aleksandra eres mi amor, mi único amor... Ese por el cual espere tanto, te amé en secreto por años y ahora estás conmigo. Yo te protegeré, pero debemos ser inteligentes- miró a Sümbül y este asintió.

—Solo puedo confiar en ustedes dos ahora, pero... Deseo bañarme y dormir, además todos van a sospechar si sigues acá, Ibrahim, tú y yo jamás fuimos unidos...

—Verdad..- se levantó y miró hacia los lados, suspiró y alzó la voz mirándola con pena- ¡Debería agradecer que no está muerta, Sultana Hürrem, agradezca que es la madre de los hijos del Sultán o su cabeza ya estaría rodando por el suelo!

Acarició su mejilla, besó su frente y se alejó caminando hacia la puerta.

—¡Largo de mi habitación, Pasha! ¡Ahora!- devolvió el grito, él la miró unos segundos y asintió sonriendo levemente, salió de la habitación topandose con todos ahí.

—Un día colmará mi paciencia...- susurró caminando entre las mujeres, Hatice y Mahidevran se sonrieron, estaban logrando que el Sultán dejase despavorida a Hürrem... Muy pronto sería su derrota.

Nota autor:

Me siento un poco rara con este capítulo porque desde acá es donde todo el drama empieza, solo espero que me perdonen por todo lo que viene desde ahora.

Muchas gracias por leer<3

🛸E.