◆ FORBIDDEN ◆ [Borrador]

2

—Liliana, ¿cómo le hiciste esta vez? Sé que llevas tres años presentándote para esa carrera que tanto quieres estudiar.

 —Bueno, esta vez me preparé el doble, durmiendo menos horas así  para estudiar. Di lo mejor de mí, y un día antes de venirme, me llego la solicitud de aceptación - todos aplauden menos el chico que observa la comida con asco y a permanecido callado.

—Muchas felicidades, hija, soy consiente de lo constante que fuiste. 

 — Gracias tío, soy el vivo ejemplo de que todo se puede lograr con constancia y dedicación. 

 —Entonces prima...- habla el chico del otro extremo de la mesa con expresión aburrida - ¿Tu consejo es que no desista de eso que me gusta? - desde que estamos aquí ¿hasta ahora es que habla?

—Sí, cada quien es libre de seguir sus sueños - bajo la mirada a mi plato. 

—Lo ven, no entiendo cuál es su afán de hacerme el chico perfecto y terminar perdiendo el tiempo en una carrera—escusa y su padre contraataca molesto.

  —No mezcles las cosas muchachito, el baloncesto no en una profesión.

—Pero es lo que me gusta-se muestra cansado—se queja.

—Ok ya—agradezco al cielo que mi tía corte todo este royo—ya abra tiempo para eso, solo espero que te centres Jorge, aún tienes tiempo.

—Si señora...—juega con su comida para volver a centrarse en mi—prima, ¿cuál es esa carrera que tanto anhelas? 

—Psicología...

—Pero no entiendo, ¿no había podido por la falta de matrícula?

—No, de estudiarla, yo la estudiaría, es solo que todo este tiempo no había podido entrar a la universidad BBNB, por la larga lista de estudios, sin tomar en cuenta las pruebas de nuevo ingresos.

—Hora entiendo, esa es en la que estudian solo cerebritos—no puedo evitar sonreir ¿que tiene este chico en la cabeza?

—Bueno, si el querer graduarse con honores es ser un nerd, no me molesta serlo—le muestro una sonrisa amable y el chico tan solo me observa con insuficiencia.

—¿Estarás con nosotros todo el verano hasta que inicies a estudiar? - asiento - será divertido entonces tenerte por aquí.

—Yo la verdad estoy muy orgullosa de ti hija. Y te puede quedar hasta que te gradúes. 

Salto en mi silla y desordeno los cubiertos en el proceso al sentir unos pies, acariciar la parte baja de mis pantorrillas, levanto la vista y puedo notar la picardía en la mirada del chico enfrente de mi, continúa comiendo sin ningún pudor, nerviosa me muevo incómoda, veo a mi alrededor y al parecer nadie se ha dado cuenta; pateo su pie mientras ordeno el desastre enfrente de mi. 

¿Qué le pasa a este idiota?

Este suelta una risita, vuelvo a observar nerviosa a mis tíos y esto ni se enteran, siguen hablando de lo rica que está la cena mientras su hijo y yo mantenemos una batalla de pies de bajo de la mesa, me quedo fría al sentir su pie en mi rodilla y con lentitud posa su pie entre mi entrepierna. 

Con mis nervios a flor de piel me cruzo de piernas, impidiéndole el acceso. 

Escondo mi mano bajo la mesa y tomo su tobillo, este me mira y yo le advierto con la mirada, pero sonríe indicándome que no tiene intensiones de parar, se lleva un bocado a la boca mientras se escabulle e inicia una especie de círculos mirándome a la cara sin ninguna pizca de vergüenza.

—¿Verdad hija? 

 —Eh, ¿qué, cómo? - mi voz se contrae, haciéndolo sonreír. 

—Tu papá murió hace 9 años - asiento - ¿estás bien? 

—Sí, es solo que algo pica en la comida - le clavo las uñas y este hace una mueca de dolor - no tolero el picante. 

 —¿Quieres que te mandemos a preparar otra cosa cariño? - ella tan amable como siempre.

—No, está bien— le retuerzo uno de los dedos y este saca su pie Dejándome en paz. 

—Odio las chicas con uñas largas - toma un sorbo de jugo.

—Las uñas largas conlleva elegancia en las chicas. - copio su gesto llevando el jugo a mi boca. 

—Si claro, la elegancia - siento de nuevo su pie subir por mi pierna izquierda. Me levanto de golpe dejando al tío y la tía con el cubierto a centímetros de su boca. 

Todos me miran...

—Ya terminé - suelto avergonzado— iré a mi cuarto a descansar. 

—Ok - me miran extraño - ¿de verdad te sientes bien cariño? 

 —Si es solo que, recordé que debo llamar a mi mamá. 

 —¿A tu mamá, o a tu novio? - se entromete de nuevo el chico en frente de mí.

—No tengo novio, primito - arrastro mis palabras, quiero que se termine de dar cuenta que me está cansando con su estúpido papel de bad boy.

—Que vida más triste la tuya entonces, no tiene quien te baje las calenturas - me suelta dejándome muda. 

—¡Jorge!

 —Ay por Dios mamá, Liliana no es virgen, ¿o sí? - se recarga de la madera a la espera de una respuesta de mi parte.

— Y a ti te lo voy a decir... 

—Ok ya, puedes ir a tu cuarto tranquila hija, y tu Jorge, te recuerdo que Liliana no es una de tus amigas, las cuales no les importa que les digas esas obscenidades a la cara, ella es tu prima, le debes respeto.

No creo que ese chico conozca el significado de esa palabra.

—Prima segunda papá, te recuerdo que la madre de Liliana es tía de mi mamá solo que se criaron como hermanas, ya que mi abuela murió al dar a luz a mi madre.

—Como sea, te comportas.

—Sí señor, aquí nadie conoce la palabra humor. 

—Buenas noches - me retiro, que ellos sigan en su pelea.

1 am de la madrugada ya tengo todos mis libros muy bien arreglado sobre el escritorio, al igual que mi computador. Agotada me doy una ducha con agua fría, necesito quitarme este estrés del vieje.

me toco levantarme desde muy temprano para tomar el bus. ni despedirme bien de mi madre pude, ya que cunado llegue a la parada este iba saliendo.

Viajar de un estado a otro no es fácil y más cuando el bus hace una y mil paradas, me pongo el pijama mientras observo a mi alrededor. Espero acostumbrarme rápido. Mi estomago cruje de hambre, no termine mi cena. saliendo al pasillo miro a ambos lado y sin mas termino por bajar a la cocina por algo de comer. 

La cocina se encuentra en completa oscuridad, no me preocupo en encender las luces solo he venido por alguna fruta que sacie mis ganas de comer.

Juego a elegir cuál tomar y al obtener una, disfruto de su sabor al masticarla, se oyen pisadas que resuenan en la madera, me vuelvo a la entrada de esta, y ahí está él, de pies, sin playera, observando me como cuál león observa su presa antes de devorarla.

Ignorándolo y cansada de su actitud me encamino a la puerta que conduce al patio, pero cuando presiono la manilla, esta se traba dejándome sin opciones. Mi cuerpo reacciona al sentir su silueta detrás de mi.

Me vuelvo para mirarlo directamente a los ojos.

Mi cuerpo reacciona a su tracto como un imán cuando su mano descienden por mi codo hasta apartar mi cabello de mi hombro y terminar tomando mi mandíbula, hago el intento de que me suelte pero me sostiene con fuerza. Con su mano libro hace una especie de caricia en mi hombro desnudo sin apartar ni un segundo sus ojos de los mio.

¿Que son estos aleteo en mi pecho?

¿Miedo?

— Hola...

Gracias por leer

BÚSCAME en Instagram como Eudimar_sequera19
Y en FACEBOOK como LetrasOcultas.