◆ FORBIDDEN ◆ [Borrador]

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Mis ojos se quedan en el chico que rara vez duerme en casa desde que apareció su novia del pasado

pero que hoy se encuentra aquí.

Adam se levanta y viene a mi, mientras los ojos acusadores de Karla me observan.

Sabe que le menti.

- Lili cariño yo respeto tu vida personal pero me sorprende el hecho de que salgas bajo una mentira, ¿que necesidad ay de eso corazón?

Los ojos de Jorge me taladran.

Desde el sillón me observa de pies a cabeza

- ¿Porque dijiste que saldrías conmigo? al menos me lo hubieras dicho y no me fuera aparecido por aquí - habla Adam para los dos dispuesto a mentir por mi.

- salí a cenar con un grupo de amigos de la universidad, pero como se que no harán Preguntas si es con Adam, simplemente lo involucre.

- ¿Segura que no mientes primita?- habla el chico al lado del tío.

Había tardado.

- Tu cállate - este sonríe sabe que estoy entre la espada y la pared.

Disfruta hacerme sufrir.

-como quieras, solo quería ayudar a que tú mentira fuera más creíble.

- ¿Quieres dejar de echarle leña al fuego? - ahora es Adam quien habla cansado - Liliana tendra sus razones. ¿Verdad cariño?

- Que asco - se queja el chico y Karla reprime la risa.

Anclo mis ojos a los suyos y rio abiertamente cuando se estresarse, Adam me mira como si tuviera tres ojos en la cara estoy más loca que el, este me sigue el juego y para todos es inaudito nuestro comportamiento.

Se miran entre ellos sin entender pero se mantiene en silencio.

- Por favor ¿quiere callarte?

- ven y callame - el descaro de este hombre me descoloca totalmente llenando mis entrañas de ansias.

Siempre será el quien me queme el alma, ardiendo de deseo con tan solo unas miradas, lo amo y ese es mi mayor pecado culposo.

Mi fortuna.

Mi castigo.

Independiente como sea, de alegría o tristeza, tiene ambos timones y aunque son más las tristezas siempre será el aunque estemos con personas diferentes.

- Bueno ya estás en casa, procura no preocuparnos de nuevo Lili. - habla el tíos desde el sillón, vuelvo a la realidad.

- pido disculpas - no miro a Adam su gesto debe ser todo un poema.

- Eso espero - me reprocha la tía.

- Adam no vuelve tan tarde, recuerde que tenemos un compromiso mañana.

- Si señor.

Karla se lleva a Jorge a rastras a la piscina mientras los tíos suben a sus respectivo cuarto dándonos privacidad.

- Adam disculpa por involucrar te en esto, pero es la única forma que karla no me interrogue.

- Tranquila, se que tuviste tus razones - me besa - te extrañe - lo abrazo mis labios se sella pegado a su pecho permaneciendo en completo silencio - mucho para ser sincero.

- Ya estoy aquí, junto a ti en tus brazos - no puedo decir más.

Este se retira para mirarme unos instantes al rostro hasta que me muestra sus perfectos dientes apetecen en una cálida sonrisa.