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Ocho de la mañana puedo respirar tranquilidad, la entrega de mis documentos en la oficina de la universidad no tuvieron inconveniente. No puedo estar más feliz, coincido con personas que anda en lo mismo. Pero con mi estómago gruñendo no me detengo hacer amigos, corro a la salida.

Me dejo caer en los barrotes de metal recargando mi espalda luego de caminar de un lado a otro. La parada está desolada, y soy la única esperando por el bus.

Puedo imagina la gran sonrisa de mi mamà al darle la noticia y como seria si mi padre estuviera aun con vida.

Una hora en donde la sed me quita la tranquilidad, desespero al punto de caminar de extremo a extremo. Cuando un bus se deja ver a lo lejos me emociono pero Llevándose mis esperanzas con el pasa sin detenerse.

En esta universidad todos tiene carros, motos y bueno aquí estoy yo, que ni una bicicleta tengo.

Un jeep cherokee  plateado se detiene en frente, este baja la ventanilla dejado  dejando que mire quien es su conductor.

Que suerte la mía.

Este sonríe y no podría ser mas incomodo.

—Que tal hermosa—la lotería me e ganado—¿quieres que te lleve?—de todos los hombres; tenia que encontrarme con este.

—No gracias—tan solo su presencia me incomoda.

—Vamos ¿aun estas molesta por lo del sábado?—no le contesto, que intensidad con este señor—soy quien debería estar molesto, me  lleve una golpiza  del desarmado hijo del vecino, que muchacho mas repugnante.

Bien merecida la tenía.

el repugnante es otro.

—¿Subirás?—insiste.

—Ya le dije que no, déjeme en paz—no oculto mi enojo.

—Esta bien, pretendía aprovechar la oportunidad para disculparme por mi comportamiento, no soy nada de lo que viste el sábado, soy una persona totalmente distinta a cuando estoy ebrio.

A mi que me importa.

largo...

 —Disculpa aceptada—me muevo incomoda en mi sitio.

—Gracias, ya como empezamos de cero ¿aceptas que te lleve? vamos al mismo vecindario.

—Señor...— busco la paciencia de la que carezco para responderle pero antes de que le diga algo se hace visible un nuevo buss,—lo siento ya llego mi bus, pero gracias— sin esperar a que diga otra estupidez subo a este a penas se detiene, dejándome caer en el último puesto agradeciendo al cielo.

•••

El largo sendero desaparece debajo mis pies, el bus me ha dejado en la entrada y la casa está algo retirada de la calle, mis recuerdos viajan al domingo en la madrugada, cuando espere al chico a mitad de la fría noche.

Un sentimiento poco agradable se está instalando en el centro de mi pecho haciéndome sentir cosas que antes no había experimentado, distorsionando todo mi sistema de auto-control.

Nos fuimos juntos a la cama corriendo el riesgo que nos encontrarán, pero antes de que el sol tocará su ventana me devolví a mi cuarto y allí  permanecí todo el día del domingo.

Aun escuche que salió con sus amigos desde muy temprano y que no regresaría hasta hoy en la tarde, a pesar que han pasado pocas horas se me han hecho eternas.

Tengo la necesidad de verlo.

El despertar en sus brazos fue una de las experiencias más hermosa jamás experimentadas, verlo dormir mientras su pecho subía y bajaba a medida que respirabas fue extraordinario. 

◆ FORBIDDEN ◆  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora