◆ FORBIDDEN ◆ [Borrador]

21

Antes de que el auto pueda moverse nos sorprende un golpe da en la parte de atrás. Un auto se a estrellado con nosotros llevándonos contra un árbol.

Nuestros cuerpos impactan con la parte delantera del auto, aturdida ubico al chico a mi lado, quien se ve obligado a salir a causa de unos hombre que lo arrastra fuera de este.

Mi cabeza duele, puedo distinguir a cinco hombre con sus brazos a tatuados, todo mi cuerpo tiembla al notar las armas que portan en su cintura.

Uno de ellos me arrastra del cabello fuera del auto, vislumbro antes de llegar, como uno de ellos le da con un arma en la cabeza a Jorge, lo veo sangrar.

Forcejeo con el sujeto pero en recompensa recibo una bofetada dejándome inestable por un tiempo.

—Malditos cabrones—grita Jorge pero dos se le vienen encima propinándole múltiples patadas.

—Vasta ¿quiénes son ustedes? —mis uñas se clavan en la piel del hombre que me sujeta pero simplemente este no tiene intenciones de soltarme.

—Te conviene estate quieta preciosa—agarrándose de mi cabello como si de una soga se tratase me obliga a caminar.

Nos llevan con ellos, nos mantienen apuntados en la cabeza, Jorge se encuentra en una esquita. Le hacen preguntas que no logro entiende por mucho que lo intenta.

Le hablan en clave.

—Deuda es deuda tytam.

¿Tytam?

—Conozco las reglas del juego—habla este posando su mirada en mi—dejen que la chica se valla.

—No—todos se vuelven a mi—puede ser de motivación.

Todos sueltan a reír resonando en la cabida en la que nos transportan a quien sabe a dónde. Me mantengo quieta en donde me dejaron pero mirando las condiciones en la que nos encontramos lagrimas empañan mi rostro.

—No llores preciosa no te pasara nada, si Jorge coopera y hace lo que mi jefe desea claro.

—Que es lo que el maldito de su jefe desea—me atrevo a preguntar propensa a que me vuelen el cerebro de un tiro.

—Que modales los de la chica—se pone en cuclillas en frente de mi—que pelee esta noche para el—me informa.

—Deja las preguntas, entre menos sepas, mejor—me advierte Jorge, pero ignorándolo le doy la espalda, está involucrado de nuevo en esa basura.

Todos sueltan a reír en el intento de Jorge por protegerme.

—Al parecer nuestro peleados tiene una debilidad—Limpio mis lágrimas.

Busco una salida mientras el auto esta en movimiento pero todo está completamente cerrado.

Tiempo después el auto se detiene y soy la primera en salir bajo los bruscos arrebatos del que me conduce por donde debo ir, seguido sale Jorge y sin que nadie lo note me pide que mantenga la calma.

Unos aplausos nos hacen voltear llevándome la sorpresa de mi vida al encontrarme a Robert siendo escoltado por dos hombres con la misma vestimenta de los otros—Bienvenidos a mi refugio.

—Maldito perro—propinándole un codazo a uno de los hombres que lo escolta se suelta, pero antes de que pueda hacer nada ya tiene a cuatros encima del dejándolo a escasos centímetros del rostro de mi acosador—¿qué pretendes mal nacido? ¿no te vasto con llevar la nariz rota?

—Me las pagaras todas parasito. Escucha niño, tu podrás tener la fuerza—sisea mirándome—pero yo tengo el poder. El dinero que tú no tienes. Si no quieres que le pase nada a la hermosa Liliana, me representaras en las siguientes peleas de esta noche.