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Los altos pinos se balancea a mi alrededor, al parecer el creador del universo enviara agua de los cielos.

Siempre e pensado que la lluvia es enviada para llevarse los males que atormentan el alma. Mirar la lluvia es uno de mis pasatiempos favoritos.

El sendero se me hace eterno pero aún así disfruto de la fría frisa que golpea mi cuerpo y de los pequeños remolinos de tierra que se hacen a mi alrededor.

La tierra envuelta con la brisa pica en mis ojos haciendo detenerme en medio de la nada.

Mi vista se vuelve borrosa pero cuándo logro enfocarla tengo a uno de los hombres de Robert, esperando por mi a la distancia.

Me acerco entregándole el sobre y así mismo como lo hago me doy media vuelta para volver. Espero me deje en paz por un buen tiempo.

- El señor Robert, me pidió que la llevara con el - me detengo al instante - al parecer quiere cenar con usted.

- Digame a su jefe - le miro a la cara - que no voy a ningún lado con usted, allí está lo que necesitaba que me deje por lo menos respirar por unos días - no oculto mi enojo.

- lo siento señorita pero debo llevarla con el - insiste y no puedo odiar más a este hombre.

Que poca decían tiene, cree que el puede disponer de mi como se le plazca.

- No y ni se atreva a tocarme, que no le conviene - le advierto y este marca en su teléfono.

- señor se reusa a subir al auto - guarda silencio uno minutos y vuelve hablar - ok. Pide que lo disculpe, si gusta vuelva a su casa. - dándome la espalda sube al auto.

Espero que se marche, y emprendo mi camino de vuelta a la casa, los fuertes vientos an cesado, el cielo se a tornado oscuro.

El auto de Jorge se hace visible a la distancia, y no me puede ir peor en la vida.

Distingo a la feliz pareja. Hablar entre ellos, Por fin se van a quien sabe a dónde, seguro a la mierda esa de las peleas.

No puedo descifrar con palabra lo tanto que detesto a esa mujer se que nadie obliga a nadie pero en partes ella es la culpable.

Por ella el está en eso.

El auto termina por detenerse a mi lado, la ventanilla baja mostrando a Jorge y su lado a la chica quien sonríe al verme.

- Deberías volver a casa, lloverá - jorge espera por alguna reacción de mi parte pero ignorando lo continuo mi camino - Liliana.

- Estoy en eso. - golpeo las piedras con la punta de mi zapato.

Siento como baja del auto y eso vasta para detenerme.

- ¿Que hacías aquí sola? - me vuelvo para mirarlo, este me observa y no podría distinguir lo que ay en su mirada, cansancio, preocupación, enojo.

- Necesitaba caminar, respirar - estoy segura que si no estuviera Tory aquí correría a sus brazos y me dejaria abrazar hasta quedarme sin aliento.

Tan solo por un momento dejarme descansar en sus brazos, como aquellas noches donde nos permitimos dormir juntos.

Hace el intento de venir a mi pero la puerta del otro la del auto de abre dejando ver a la chica.

Una de las tantas grietas en nuestro camino.

- Jorge ¿pretendes que nos agarre el agua? - protesta la chica golpeando el capo del auto para llamar su atención.

- Vuelve a casa Lili - asiento y dándole la espalda, solo puedo escuchar como el auto se aleja con el chico que de mis pesadillas, pasiones y deseos en el.

◆ FORBIDDEN ◆  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora