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Mi mañana se va estancada en el tráfico, al parecer hubo un accidente y están retirando los autos de las vías.

Mi estómago gruñe. No e comido nada y el hambre hace que mi estómago se retuerza de la ausencia de alimento.

Hasta que unos pitidos nos indican seguir nuestro destino.

Adentrándome en el sendero me detengo en medio del bosque que lo rodea.

Dejo caer mi cabeza en el volante por unos escasos segundo.

Necesito que mi mente descanse.

¿Cómo se supone que encontraré ese contrato?

Toda esta situación es como estar en una fosa sin salida. Mi vida no era perfecta pero si tranquila, ahora cuando no es una cosa es otra.

                                                                                       ****

Dejando el asunto dónde lo encontré, busco las lleves de la casa pero antes de que pueda llegar la puerta se abre.

Quedando al frente del chico que roba mi oxigeno con solo tenerlo cerca desvía la vista cuando nota que se trata de mi, e ignorándome pasa por mi lado y sube a su auto.

Sus palabras dan vuelta por mi cabeza una y otra vez, quitándome el sueño.

Cierro la puerta detrás de mi, y soltando el bolso en los muebles de la sala termino en la cocina.

—¿Quiere almorzar?—me recibe lola y me esfuerzo para sonreír.

—Por favor...—tomo asientos en la barra. la observo ir de un lado a otro—¿Que haces?

—tarta para la merienda—sonríe orgullosa.

—¿Podemos hacer una fría de chocolate?—la ánimo, necesito distraerme.

—Claro...

—Quiero ayudar—aparece Karla de la nada como un caballo sin Riendas.

Almorzamos en conjunto. La cocina la volvemos un completo desastre. Estamos blancas de harina y de nuestro cabello desprende una que otra cascara de huevo.

Somos un desastre.

En la barra reposa todos los ingredientes restantes y contenemos la risa cuando la tía ahoga un grito al notar la cocina en las condiciones en las que la tenemos.

—Deben dejar la cocina limpia chicas—nos reprende.

—Si señora.

El desastre y los huevos en el piso  terminaron valiendo la pena, en la nevera reposa la torta con un aspecto muy comestible.

Esperemos y sepa igual a como se ve.

Dejamos que Lola descanse mientras nosotras nos encargamos de la limpieza entre bromas.

Todo listo nos tumbamos en la grama que se expande en toda la casa.

La fragancia que desprende los pinos es tan satisfactoria. así como cuando la esperanza toca tu puerta en los tiempos difíciles.

—¿Cómo estuvo la actividad?—maquilla sus uñas.

—aburrida, no soportaba el sueño.

—niñas, nos vemos más tarde iré con mis amigas a tomar el té.—con sus típica sonrisa se despide espumándose de nuestra vista.

—Como odio esos encuentros—se aparta en cabello de la cara—cuando estaba pequeña me obligaba ir con ellas y era super aburrido.

La petición de Robert vuelve a mi mente y desde mi lugar observo la ventana al frente de mi, que lleva a la oficina. 

◆ FORBIDDEN ◆  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora