◆ FORBIDDEN ◆ [Borrador]

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Las palabras de Tory se repiten una y otra ves en mi subconsciente, lastimando aún cuando intento respirar.

- Eres realmente hermosa Lili, no culpo a alguien como Robert estar loco por ti, a Jorge por sentir por ti lo que jamás sentirá por mi, pero es hora de que dejes de ser esa chica tierna y no permitas que sigan pasando por encima de ti; es tiempo de sacar las garras...

Bajo los cuidados de la chica fui examinanda por un señor de bata blanca en un departamento el cuál no conozco, déjandome un mano escrito de como debo tomar las pastillas para los dolores y moretones.

Sin que nadie lo notará Tory me ayudó esa noche a ir a la cama, dejándome claro que en casa el no podría hacerme daño, agradecí el hecho de que esperará a que me quedara dormida. Desde entonces eh permanecido en mi cuarto, desarrolle fiebre emocional y fue la escusa perfecta para no salir de la cama.

Mi madre y la tía de ves en cuando me invaden el cuarto, cosa que me incomoda ya que lo menos que quiero es compañía. Pero eh sabido manejar la situación.

Eh vuelto a cambiar de número evitaré a Robert a toda costa, siempre y cuando no salga de casa no podra llegar a mi.

Me examinó frente al espejo y los moretones han desaparecido, tan solo queda la incomodidad del dolor en el cuello, e tenido que esconder las pastilla y las indicaciones del doctor debajo del colchón.

Mi madre no debe enterarse.

Me ducho con calma, el agua y la soledad de estos días han Sido mi único refugio, y puedo decir que se siente bien ser tu propia compañía.

Los pantalones cortos y la blusa ahorgada cubren mi adolorido cuerpo y luego de tres día escondiendome en las sombras salgo de mi cuarto.

Lola corre a mi encuentro cuando me ve bajar las escaleras, mi madre intuye mi presencia y sale disparada de la cocina.

- Al fin sales de esa cueva - sonrío, ¿Cómo decirle a ese rostro sonríente que su princesa estuvo a nada de ser violada - necesitas llevar sol estás pálida.

- Solo si me acompañas - a penas puede hablar.

- Luego que termine el almuerzo.

- Muero de hambre... - miento.

Paso por su lado dejándome caer en las sillas altas ubicadas en la barra.

Las escenas de esa noche se recrean en mi cabeza y reprimir mis ganas de correr a mi cuarto eh esconderme bajo las sábanas.

- De postre, torta fría de chocolate tu favorito mi niña.

- Que delicioso... - la ansiedad del momento se concentra en la garganta al punto de hacerme toser.

Almorzamos en el jardín bajo el intenso sol, los dueños de la casa no se encuentran, tan solo nosotras, por un momento dejo de pensar en el dolor de Jorge y me centre en el mío, pero; ¿Me preguntó cómo estará, Tory será de ayuda para el?

Lola y mi madre se han vuelto buenas amigas y la señora promete ir a la finca a pasar un tiempo con nosotras.

El timbre suena y el que vuelvan a tocar en un acto de desesperación me hace levantar y situarme detrás de mi madre aún cuando ella permanece sentada.

Mi corazón golpea mi pecho a punto de dolerme.

Mis manos tiemblan y aunque disponga de todas mis fuerzas para mantenerme tranquila el hormigueo por mi cuerpo me descoloca totalmente.

-¿Que pasa liliana? Lola amor ve abrir la puerta por favor...

- Lola espera, aun no abras  - mi madre se pone de pies y con preocupación me examina.