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Debido a mi nuevo trabajo paso el día fuera de casa, algo que agradezco al cielo, así no me topo con Tory desde su recaída está viviendo bajo el mismo techo que yo.

Aunque mi jefe se carga un genio de los mil Demonios me adapta rápido ya que el puesto de mesera se me da bien.

Es viernes y me veo obligada a quedarme hasta tarde limpiando el restaurante junto a un compañero.

Ocho de la noche y aún me faltan las mesas; por ser nueva me toca hacer más que el chico. Cosa que me molesta pero mastico y trago.

Necesito el trabajo.

El pitido de la bocina del auto de Adam me avisa que espera por mi, así que sacando mi teléfono le aviso que espere un momento.

—Liliana, venga aquí por favor—el dueño me llama.

—¿Digame señor?

—Recoja sus cosas ya es tarde, su compañero terminara por usted

—¿De verdad?—me emociono.

—Si, hoy estuvo el día pesado, valla a casa.

—Gracias...

Corro por mis cosas y antes de que Adam baje para abrirme la puerta subo a su auto, no soporto los pies.

—Me duele todo el cuerpo..

—¿Estuvo pesado el día?—enciende el auto, seguido salimos a las vías.

—Mucho—me quejo y sin ningún pudor quitó mis zapatos y puedo sentir un alivio cuando mis dedos de estiran—necesito un masaje.

—Podria ayudarte con eso..

—Ya bastante haces viniendo por mi todos los días—sonrie.

—Asi puedo verte—ahora soy quien sonríe, pero me limito en mirar por la ventana—¿Quieres ir a comer algo?

—La verdad no, tan solo quiero llegar a casa para poder dormir.

Sin decir nada conduce a casa y agradezco el hecho de que no me insista.

Cuando entramos al cendero el auto de Jorge se hace ver detrás del nuestro y aunque Adam le seda el paso el chico se mantiene detrás, así que llegamos juntos a la casa.

Adam suspira cuando lo ve bajar de su auto y antes de que diga algo me despido de el.

—Gracias por tráerme.

—¿Mañana trabajas?

—No, tengo el fin de semana libre, iré de viaje con karla.

—Perfecto, espero y disfrutes mucho. No vemos el lunes.

—Si...

Cuando bajo del auto Jorge aún está junto al suyo esperando, e ignorandolo paso de el pero antes de que llegue a la puerta suelta su veneno como es de costumbre.

—La pena es una palabra que no conoce ese tipo ¿verdad?

—Adam es más decente que tú, así que pasa de el.

—¿Cómo puede seguir con el luego de como te trato esa noche?

—Tu me has hecho cosas peores—lo enfrento—y aún te dirijo la palabra.

Mis palabras lo sorprenden al punto de dejar sin habla.

Termino por entrar a la casa y me sorprende que la bruja batalle con una maleta mientras baja los escalones.

El chico detrás de mi corre ayudarla, y está lo besa antes de acceder le la maleta.

La tía Nora aparece y está se despide de su suegra con un beso en la mejilla.

◆ FORBIDDEN ◆  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora