The Little Baby Luigi.

006

Los días pasaban, Luigi era cuidado por su "secuestrador" el Profesor Collin.
Sin embargo, Luigi aún se sentía un prisionero ahí, no poder salir de esa habitación infantil, sólo sale cuando es hora de su baño, nada más.
En la cuna, se siente como si fuera una jaula, ya que para el chico, todo era grande y él pequeño.
También la comida, aunque no se queja mucho, ya que le dan cosas saludables, jugos naturales, frutas, comida para bebé, y leche por supuesto.

Luigi se encontraba haciendo un dibujo, ya que no se le ocurría qué dibujar específicamente, simplemente se puso a dibujar sus juguetes, todos los juguetes que tenía.
El chico joven se entretenía tranquilamente, aún no había almorzado pero estaba bien, ya que Luigi al menos sabe al menos las horas que le dan de comer, lo descubrió por suerte en una ocasión en la que el Profesor Collin lo vino a ver y llevaba su reloj.
Ahí, Luigi notó y pudo ver las horas exactas en las que eran su hora de comida.

9:00 am: Desayuno
12:00 pm: Almuerzo
2:00 pm: Merienda (a veces)
6:00 pm: Cena

Luigi dió un suspiro de cansancio, a pesar de que estaba dibujando, aún así se sentía aburrido.

Luigi: ¿Acaso no hay nada entretenido el día de hoy?

En eso, la puerta de su habitación se abre, mostrando al adulto.
El Profesor Collin.

El hombre se acerca a Luigi, lo toma y lo pone en el cambiador.

Luigi: ???

Pov. Luigi..................................

¿Qué pasa? ¿Porqué estoy en el cambiador? No he hecho algún desastre en mi pañal.......
Aún.....

Miré que el hombre sacó algo de su bata.

Ay no....

Ay no, ay no, ay no, ay no, ay no, ay no!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Es una inyección!!!!!!!!!

No otra vez, ¿qué es? Tengo miedo.

Me asusté mucho al ver la aguja que tenía el hombre en su mano derecha, lista para ponerme el líquido.
No quería, no quería para nada, tenía mucho miedo.

Él notó que me puse inquieto, traté de bajarme del cambiador....

Pero.....

Apenas miré abajo, y sentí un gran miedo.....
Miedo a las alturas.....

Sentía que estaba muy alto para saltar así nada más al suelo, así que me arrastré hacia atrás para dejar de ver y estar cerca de ahí, abrazando mis piernas y queriendo llorar en ese momento.

El científico me tomó con cuidado y tomó mi brazo.
Ahí fue cuando.......

Empecé a llorar, empecé a llorar por miedo, el miedo me estaba invadiendo.
Le tenía miedo a una inyección.

Sé que es muy tonto, pero no sé qué me va a poner.
Tengo miedo, tengo miedo, tengo mucho miedo.

Comencé a hacer berrinche, tratando de liberarme el agarre, pero él era más grande, y más fuerte que yo, pero insistía aún así.
Entre más me negaba, más lágrimas salían de mis ojos.
Quería a Mario, quería que me salvara de esto.

Hermano, ¿en dónde estás?

El hombre guardó la inyección en su bolsillo de la bata y me tomó, cargandome como un bebé.
Me daba pequeños brinquidos para calmarme, cosa que funcionó, pero aún seguía triste.

Profesor Collin: ¿Qué pasa bebé?
Luigi: *entre sollozos* ¡Quiero irme a casa!
Profesor Collin: ¿Porqué?
Luigi: Estoy asustado, quiero irme con mi hermano.
Profesor Collin: Pero pequeño, tú me pertences, además, tu hermano no te trataría de la misma forma que yo lo hago contigo.

Él me acariciaba mientras me hablaba, había dejado de llorar, pero mis lágrimas aún seguían saliendo de mis ojos.
Él tocó mi frente, su mano estaba fría, luego tocó mi cuello.

Profesor Collin: ¿Qué tal si en lugar de darte la inyección, te doy algo para que tomes y se te baje la fiebre?
¿Te parece eso bien bebé?

Al escuchar eso, sólo asentí con la cabeza, así él me puso en el cambiador y me preparó un medicamento.
Era un líquido rosa fusia en un pequeño vacito, él levantó mi mentón para mirarlo y así beber mi medicamento.
Sabía dulce, me gustó mucho la verdad.

Eso me hizo sentirme mejor, mis lágrimas habían dejado de caer.
Ya no estaba triste.
Me sentía..... bien.... muy bien.....

El hombre me sonrió y me acostó en la cuna, me puso mi chupete en la boca y con eso él se fue, apagando las luces de mi habitación.
Me quedé dormido una vez más, descansando nuevamente.