Narra Agustin
Luego de la cena, nos fuimos a casa y todos se fueron a dormir excepto Juli, Vale y yo.
Estaba apoyado contra la pared que hay en la sala de estar y vi como Juli agarraba sus cosas y se dirigía a la puerta.
Le pregunte a donde iba y me dijo que quería caminar y que se yo, le insistí con acompañarla pero ella se negó y se fue sin dejarme decir ni una sola palabra.
ESTA LOCA SI PIENSA QUE LA DEJARE IR SOLA!!
Tome el otro juego de llaves y me fui tras ella sigilosamente para no llevarme el escándalo del año porque la seguí.. y bla bla bla.
Empezó a caminar rápidamente, me sorprendió lo rápido que podia ir con esos tacones tan altos, se nota que tiene mucha practica.
El silencio de la noche nos invadia a ambos, quise correr y abrazarla pero me contuve y la segui observando de lejos, vi como se dirigia a la playa, me llamo la atencion pero sin embargo fui tras ella.
El ruido de las olas chocando contra la costa era extremadamente relajante y el paisaje que se desesmpeñaba delante de mis ojos era impresionante pero sin embargo no alcanzaba la belleza de aquella rubia parada en el medio de la arena dejandose llevar por la briza, definitivamente esa era una imagen que no olvidaria, se veia libre, feliz, relajada, perfecta en fin... Siempre era perfecta y mas ahora, con su tranquilidad, con ese poder de calmarte con tan solo una sonrisa.
Sin pensarlo dos veces me acerque a ella intentando hacer el menor ruido para no interrumpirla, levantamente, paso por paso, me fui acercando hasta quedar exactamente atras de ella, ella estaba sentada dandome su espalda dejando que la briza la invadiera y no pude evitarlo.
Me saque el saco que llevaba puesto sobre mi camisa y lenta y suavemente se lo coloque, no podia aguantar la idea de que tuviera frio o enfermara. Pense que tal vez se asustaria o se sacaria mi saco con una mueca de asco pero hizo todo lo contrario a lo que pense, se acomodo mas dentro del saco disfrutando de su calor y cruzo sus piernas colocandose como una india.
- Hola. - susurro de una forma dulce.
- Hola... - sonrei sorprendido sentandome a su lado.
- Te tardaste. - me dijo largando una risita, no lo entendi asique la mire confundido.
- ¿Como? - no habia entendido y queria saber a que se referia, ella no me miraba, solo miraba al frente con una sonrisa llena de relajacion.
- Que tardaste mas de lo que pense que tardarias en seguirme... - dijo riendo y yo no pude evitar ponerme rojo.
- ¿Sabias que lo haria? - le pregunte confundido, acaso ella queria que la siguiera?
- Si, eres muy predecible y terco... - sonrio y me miro - Sabia que por mas que te cerrara la puerta en la cara buscarias la forma de seguirme. - rio mirandome fijamente y estuve a punto de volverme loco era hermosa pero con la luz de la luna que por cierto era la unica luz que me dejaba ver su rostro se veia aun mas perfecta.
- ¿No te molesto que te siguiera? - pregunte extrañado aun con mi mirada puesta en sus ojos.
- No, por alguna extraña razon me gusta que estes aqui. - me lo dijo de una forma tan sincera que juro que estaba a punto de derretirme.
- Ami me gusta estar aqui. - le asegure, acercandome a ella, no entendia que le pasaba o si acaso estaba sufriendo de algo malo en su cabeza pero estaba extremadamente dulce.
Ella me miro por unos segundos y luego volvio su vista al mar.
- ¿Porque estas aqui? - me pregunto pero su pregunta sono debil como si no le fuese a gustar la respuesta pero es que no la sabia, no sabia la respuesta a eso.
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PROHIBIDO ROMEOS © #Wattys2015
Teen FictionJulieta, una simple chica decidida a retar al destino. Es como las demás pero con una diferencia, esta en contra del amor. ¿El porque? Simple, un gran dolor del pasado a causa de un gran imbécil. Ella tiene una definición del amor algo distorsionada...