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Capitulo 22

Narra Julieta

Cuando vi como se acercaba a Agustin, vi esa mirada, esa mirada de odio, de ira, de dolor... y supe perfectamente que haria, lo iba a lastimar y no dejaria que eso pase.

Me puse entre medio de los dos pero el me empujo de una forma muy bruta, en ese momento, todo volvio a mi mente, todo... como si hubiera sido ayer.

En el momento en el que le pego a Agus, me preocupe de verdad mucho y no tuve mas opción que ponerme delante de el para protegerlo, pero sabia que eso no serviría de nada... tenia que pararlo, tenia que hacerlo reaccionar.

Le grite que parara pero el no me miraba, el estaba fuera de si, solo miraba a Agustin.

Le rodee el rostro con mis manos, depositando una en cada mejilla y lo obligue a mirarme, el no queria apartar la vista de Agus pero no iba a permitir que siguiera golpeándolo, sus problemas de ira siempre fueron algo que yo pude controlar y asi lo haría.

Lo obligue a mirarme y su mirada se quedo seria mirándome directo a los ojos sin hacer que su ira desapareciera, seguía tenso y sus puños seguían apretados pero no me importaba, su mirada estaba llena de furia y sus ojos miel penetraban los míos con intensidad, debía calmarlo, podía hacerlo.

Cuando Vale y Agus salieron de la habitación el ni siquiera se percato de sus movimientos, intentando que se relaje me acerque un poco mas a su cuerpo y moví mi dedo pulgar acariciando suavemente su mejilla, seguí mirándolo directo a los ojos hasta que su respiración, poco a poco, se fue haciendo mas regular y su pecho dejo de moverse frenéticamente, en ningún momento dejo de mirarme pero su mirada si cambio, la ira se iba poco a poco de sus ojos y observaba como comenzaba a calmarse, de a poco.

- Tranquilo Cielo, estoy aquí. - le dije en un susurro y su mirada cambio totalmente fue como si hubiese vuelto a su cuerpo, sus ojos comenzaron a moverse con desesperación sobre mi en busca de algún daño, sabia que temía haberme dañado, cuando el esta asi no sabe lo que hace, simplemente no puede controlarse. 

Yo solo le sonreí y lo abrace, el me correspondió de una forma tierna, suave, cariñosa y pude notar que se tranquilizaba.

Lo acaricie y bese su mejilla, frente y nariz, el cerraba los ojos y acariciaba mis manos.

Hace años, cuando eramos pequeños, el era tan dulce, tierno, cariñoso y jamas le hubiera pegado a nada, ni nadie, pero algo nos paso y el cambio, la muerte de mi madre a el lo destrozo y una parte de el se convirtió en una persona agresiva e impulsiva, jamas conmigo por supuesto pero sin embargo el no sabia lo que hacia cuando tenia esos ataque de ira. Yo era quien solia calmarlo, cuando eramos mas chicos sus ataque de ira eran muy frecuentes, vivia enojado con todos excepto conmigo aunque el siempre fue cuatro cuatro años mayor yo era quien lo calmaba y lo hacia reaccionar.

Yo vivía para contenerlo, para calmarlo y a el eso le dolía porque cuando entraba en razón y me veia un mínimo y pequeñísimo moretón que ni siquiera dolia, se rompía, empezaba a llorar y a gritarme que lo perdonara.

Pero hace tres años, cuando tuvo uno de sus ataques, no fue como todas las demás veces.. algo paso, fue distinto y por eso se fue, aun sigo sin recordar que es lo que paso, solo se que cuando desperté estaba en mi cama con una pequeña venda en el brazo y el no se encontraba en la casa, por ningún lado, sin embargo me dejo una carta, rogándome que le perdone, el nunca me había dañado y creo que esa vez se desespero al darse cuenta que me había minimamente lastimado, de todos modos sabia que no había sido culpa de el, nunca lo era, yo era quien se metía en el medio y lo empujaba o lo movía para que reaccionara, pero eso el nunca lo entendió, se culpo por esa mínima lastimadura de mi brazo y se fue, no se que abra pasado ni porque no lo recuerdo pero se con certeza que el no quiso hacerme daño.