Emilie Clamington es enviada a un internado con el objetivo de que cambie su actitud y los problemas con su padre disminuyan. En el camino, se encontrará con personas que la ayudarán a mejorar y en algunos casos, empeorar. Emilie siente rota y cree...
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30 de abril del 2020
Días como hoy, extraño escapar de mis deberes y expresarme entre los telones del teatro. Sin embargo, aquí me encuentro, realizando un examen de matemáticas y un dolor de cabeza que abarca todo el lado frontal, amenaza por acabar conmigo.
Resuelvo la última ecuación, entrego mi examen y me dan el pase para ir a descansar antes de mi próxima clase. Noto que tengo tiempo de sobra, así que me voy hasta mi habitación para descansar un poco. Puedo sentir como mis pies van arrastrándose contra el césped y mis hombros están súper tensos y caídos.
—¡Hey, Emilie! —Dean trota detrás de mí. Me volteo con pesar en su dirección— ¡Te he estado llamando desde el pasillo! ¿No me escuchaste?
—No, Dean. Lo siento. Tengo un dolor de cabeza infernal e iba a mi habitación a descansar.
—Pobre, Emi. De acuerdo, solo quería hablar contigo sobre el examen, pero creo que no es buena idea —llevo mis dedos hacia mí frente y asiento a favor—. Anda a registrarte, cualquier cosa te llamamos.
Camino de vuelta hacia mi destino y cuando voy caminando hacia la puerta principal, desde la parte de atrás, me parece ver a una parejita a lo lejos. No logro enfocar con claridad para ver quiénes son, así que continúo con mi camino. Al llegar a mi cama, me lanzo boca abajo sin quitarme siquiera los zapatos.
—Necesito que los exámenes acaben —me digo a mí misma con la cara contra la almohada.
[*]
15 de mayo del 2020
Tal y como nos habían informado anteriormente, nos adelantaron los exámenes una semana antes, así que hoy todo último año está libre, a la espera de las calificaciones finales y listos para nuestro viaje de fin de curso.
Llamo a papá antes de partir, su tono lleno de nerviosismo me causa risa. Nunca me he ido de campamento antes y eso lo tiene preocupado. Sin embargo, Camille y él, van de camino a casa de mi abuelo Nate, así que estará entretenido el fin de semana. Yo por mi parte, estaré una semana entera en el lugar que escogió la escuela para llevarnos, donde no tendremos acceso a nuestros teléfonos — una vez al día—, compartiremos una cabaña y la naturaleza será nuestra compañera.
Dentro de mi maleta, llevo lo necesario para estos días. Ajusto mis audífonos y coloco mi teléfono dentro de mi bolsillo. Bajo la maleta de mi cama y comienzo a rodarla hasta la sala. Ellen ya salió, últimamente no me espera, parece que su paciencia ha disminuido un poco. Al salir de mi lugar, Siena y Haneul me reciben con lentes de sol puestos en los ojos.
—¿Lista, amiga?
—¡Así es! —respondo a Siena.
—¡Vámonos! —anima Haneul.
Vamos al mismo ritmo mientras arrastramos nuestro equipaje, estamos concentradas hablando de un rumor que ha comenzado a escucharse por los pasillos.
