Emilie Clamington es enviada a un internado con el objetivo de que cambie su actitud y los problemas con su padre disminuyan. En el camino, se encontrará con personas que la ayudarán a mejorar y en algunos casos, empeorar. Emilie siente rota y cree...
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31 de diciembre del 2019
Mi casa está llena de personas y se siente un ambiente feliz a pesar de las circunstancias que hemos atravesado. Mi tía Chloe tiene el centro de atención mientras relata una historia de su trabajo, el cual amo mucho.
—Cambiando de tema… ¿Qué tal es el internado, Emilie? —se dirige hacia mí.
—Un poco aburrido al principio, pero ya me adapté. Tengo un grupo de amigos.
—¡Eso es bueno! —exclama Camille.
—Sí, he tenido suerte —me encojo de hombros. De pronto aquella idea que había lanzando a las profundidades de mis pensamientos, vuelve y la imagen de Stuart y Logan aparece de nuevo, veo hacia los lados y hablo—. Necesito hablar con alguien y ustedes son las indicadas.
—¿Yo? —Camille luce asombrada.
—Sí. Es un asunto de chicos —susurro.
—Uhh, chicos —sonríe mi tía.
—¿Cómo puedo decidir entre dos chicos?
—¿Qué? —cuestions Camille.
—Tengo dos chicos interesados en mí y al parecer, debo escoger. Ambos tienes sus pros y contras y…
—¿Ellos te pusieron a escoger? —interviene tía Chloe.
—Como tal no, bueno, indirectamente…
—Si realmente te quieren, no te pondrían a escoger, Emilie —Camille luce seria.
—¿Cómo salgo de este problema?
—Eso debes pensarlo tú. Los conoces a ambos —Chloe se encoge de hombros—. Pero si te están haciendo pasar por esto, ninguno es el indicado. Mándalos a comer…
—Chloe —la detiene Camille.
—Bien… pensaré en como detenerlos —suspiro—. Gracias a ambas.
A lo lejos veo a Kim y Malik y me acerco sin dudarlo. Extrañaré mucho a Malik, es mi primera mascota. Kim es una cachorra muy dulce y comienza a agradarme.
Stuart me envió un mensaje de Navidad justo antes de partir con mi mamá. En cambio Logan, ni un sticker me envió. Stuart se esfuerza por no volver la situación incómoda, pero luego de ese día, es extraño. Logan tiene mucha confianza encima y se aprovecha de mis sentimientos. Al volver, será lo primero que resuelva.
—¡Oye! ¡Ella está conmigo! —grita la tía Chloe mientras mi papá tiene de la mano a Camille y la aleja de ella. Ambos van hasta el centro de la sala y bailan.
Tenemos la cena en familia junto a los invitados de Camille y su mamá. A Margot de le ocurrió que todos comentáramos un aspecto positivo del 2019. Yo me enfoqué en todo lo que he logrado a nivel musical, mejoré mi destreza musical y además, enfrenté mi inseguridad frente a personas cuando tocaba piano. Y no puedo olvidar el último regalo de papá: un teclado más pequeño y práctico.
