Emilie Clamington es enviada a un internado con el objetivo de que cambie su actitud y los problemas con su padre disminuyan. En el camino, se encontrará con personas que la ayudarán a mejorar y en algunos casos, empeorar. Emilie siente rota y cree...
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24 de enero del 2019
Hace cinco días estuve con mi familia por el cumpleaños de mi papá. Fue un día tranquilo, en donde como deliciosas comida y el magnífico pastel que hace Margot. Una vez más agradecí por tener a mi familia, pero luego el hechizo de la felicidad se acabó y terminé volviendo al internado el día siguiente. Durante toda la semana, estuve ensayando muchas horas seguidas. El profesor debía asegurarse que las vacaciones no nos había hecho olvidar nuestras líneas y que todo saldrá a la perfección.
En todo este tiempo, no he hablado casi con mis amigos. Sólo salgo de clase y voy directo a ensayar. Almuerzo allá, hago tareas cortas allá, por poco y el profesor nos pedía dormir también allá. He visto a Stuart y a Siena durante toda la semana. Han hecho un excelente trabajo para el escenario y el vestuario. Definitivamente todos quedarán con la boca abierta. Un castillo de fondo, el bosque y ciertos escenarios importantes para la obra.
Todo el esfuerzo finalmente ha tenido su momento de brillar. ¡Hoy es el día!
Papá me hizo saber muy temprano que estaba de camino al internado, acompañado de Camille. Mi madre como era de esperarse, no se manifiesta en ningún momento, ni siquiera para desearme suerte. Tengo los nervios de punta y no puedo evitar caminar de un lado a otro, por mi habitación.
—¿Qué te sucede? —Ellen me observa con el ceño fruncido desde la puerta entre abierta.
—Estoy un poco nerviosa, nada más.
—Con razón sentía unos incesantes pasos sonar de fondo —se cruza de brazos divertida.
Me encontraba con el maquillaje listo y de peinado una simple coleta alta. El vestuario me lo pondré en el camerino junto a una peluca. Será un vestido púrpura largo de mangas, con detalles dorado en ciertas partes. Mi libreto estaba tirado en mi cama, abierto de par en par. Las manos me sudaban un poco y me las secaba en la ropa que cargaba puesta.
—Detente, me comienzas a poner nerviosa a mí también —me toma de ambos hombros y me da un apretón.
—Lo siento. Sé que lo haré bien, siempre lo hago excelente, pero no puedo evitar sentir los nervios antes del show.
—Comprendo. Aunque si estás tan segura de que te saldrá bien, entonces ordénale a la confianza que de haga cargo de la situación.
—Tienes razón, ¡Gracias, Ellen! Eres una gran amiga. Lamento nuestro comienzo —aprovecho por disculparme.
—¡Vamos! Eso ya pasó, ahora somos amigas y es lo que importa.
Asiento con emoción. Me alegra saber que cuento con amigos que me apoyan y aunque cometa errores, siguen luchando por mantenerme en sus vidas. Ellen es una gran chica, de las mejores estudiantes de mi clase y siempre es tan colaboradora. Aún no entiendo cómo es que era amiga de Mirna, actualmente ellas no se tratan mucho, Mirna y sus amigas la ven como traidora por escogerme a mí. En algún momento le preguntaré por qué era amiga de Mirna, pero hoy no será ese día.
