Capítulo 34

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24 de enero del 2021

Que pereza fingir que todo está bien.

Mi mamá me fue a buscar muy temprano a casa de papá, pasé el día anterior con mi familia, tal y como les había prometido, hice un espacio para ellos. Mi papá sigue aplicando la ley del hielo y Camille está intentando hacer que baje un poco las barreras.

Calum continua en Sydney, me envía fotografías siempre que pueda y todas las noches llama para contarme lo que hace.

Ahora me toca compartir espacio y tiempo con mi mamá y no solo con ella, sino con mi no tan querida familia.

Todos están quedándose en el departamento nuevo de mamá. No he querido preguntar cómo ha sido la convivencia estos días, con ellos ahí presentes. Ella me ha comentado por lo bajo, sobre su nuevo trabajo y lo aburrida que se siente ahora que no debe viajar.

En ningún momento pregunta sobre mi trabajo, la universidad o los ensayos de la obra de teatro. Como siempre, se enfoca en ella nada más y yo asiento una y otra vez. Ella no sabe sobre la situación con papá y lo menos que quiero es que se entere. Pero si le comenté hace días atrás sobre Calum.

—Bueno, ya basta de hablar sobre mí —sonríe mucho cuando voltea breves segundos antes de volver la vista a la carretera—. ¿Cómo te va con tu novio?

La pregunta me la esperaba y solo me encojo de hombros.

—Nos va bien, él es un buen chico.

—¿Eso más más? ¿Un buen chico?

—Sí, trabaja mucho, es talentoso en lo que hace, atento y me escucha. Me apoya en todo lo que quiero hacer y viceversa. Estamos en un buen momento.

—Ya, ¿Y te estás cuidando, Emilie?

Mi rostro se torna carmesí.

—¡Mamá!

—Soy tu madre y primera vez que me cuentas sobre un chico, debe ser algo serio.

—Lo es —aparto la vista de ella.

—Oh, mira ya llegamos —estaciona su auto en el estacionamiento del edificio y ambas bajamos—. Finalmente vienes a visitar mi departamento.

—Sabes que he estado ocupada —murmuro.

Ambas subimos por el ascensor, hasta llegar al piso correspondiente. Cuando abre la puerta, se escucha una discusión entre mis primos.

Mi cuello cruje cuando trato de liberar la tensión que siento apenas llegamos.

La tía Denise me recibe con un abrazo. Pregunta si mi cabello está más largo y cosas similares sobre mi apariencia. Me sorprendo al no escuchar ninguna crítica hacia mí, pero es algo que llegará en cualquier momento.

Lisa, Pete y Boomer me ven como a un bicho feo, como siempre y el esposo de mi tía Denise no se ve por ningún lado.

—¿Y el tío? —cuestiono con el ceño fruncido.

—¿Ese vago? ¡Me dejó! —resopla mi tía frustra— ¿Quién en su sano juicio deja a una mujer con tres hijos en desarrollo? —comienza a llorar.

—¿Por qué lo hizo? —me siento en el sofá lejano al que se encuentran mis primos.

—Mamá engañó a mi papá con otro hombre —suelta Lisa.

Se hace un silencio en la sala que nadie se atrevía a romper. Mi tía a seca las lágrimas de cocodrilo y se para derecha.

—Mi jefe me hacía más feliz que mi marido, déjenme decirles.

Amor entre Telones © (#2) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora