2. Una gallina y un poco de alcohol

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Jueves

Hora del descanso- 10:45 am

- ¡Qué no! -contesto ya molesta moviendo ansiosamente mi pierna.

- ¿Por qué te estás portando de la mierda hoy? -Examina mi rostro muy confundido y le da un golpecito a mi frente con sus dedos.

-Ya deberías estar acostumbrado, siempre me porto así cuando vienes a joder.- escupí esas palabras algo jocosa.

-A veces- Josh me corrige- cuando no lo estás me caes mejor.

- ¿Y? ¿Me debería importar? -me mofé de su cara resentida.

No porque me gustes desde que nos juntaron en esa clase de matemática significa que te tenga que aguantar.

En ocasiones Nez y yo salimos con Josh en el descanso cuando no está jugando fútbol con sus otros amigos. Es divertido pasar el rato con él, aunque la mayor parte del tiempo se la pasa molestando, nos lo compensa comprándonos comida. Nez y yo nos solemos aprovechar de eso, pero a él no le importa.

Josh voltea sus ojos- Solo quiero que me prestes tu teléfono. -me hace un puchero, sus bonitos ojos color miel me miran con suplica.

Estamos sentados en las gradas del patio esperando a Nez quien fue a la cafetería por nuestra comida. Josh se quedó a "cuidarme" ya que los cólicos me estaban matando. Pero se empeñó en hacerme berrinche como un niño los últimos minutos.

- ¿Acaso no puedes descargarte el juego en tu teléfono? 

El único juego que tengo en mi celular se llama "Crossy Road" es sobre una gallina que tiene que cruzar muchos obstáculos, y por alguna razón a Josh le encanta. Creo que él juega más a esa cosa que yo. Y muchas de las veces peleamos por ver quien conseguía el puntaje más alto. Nunca logra vencerme.

-Ya ¿Pero de qué serviría si no puedo molestarte mientras tanto?- me dedica una sonrisa juguetona- aparte lo dejé en el salón y juro que voy a desahogarme contigo hasta que me lo prestes.

-Perdón por tardar, pero había mucha fila- llega Nez algo agitada con los pedidos de comida que le encargamos.

- ¡Al fin! – me apresuro a agarrar el sándwich que pedí - Un niño rubio de ojos miel no ha parado de molestarme, hay que regresarlo con su mamá. -contesto abalanzándome sobre mi comida, tenía mucha hambre.

Se endereza en su lugar y me mira indignado- ¡Oye! – Josh refuta.

-Como jodes, sal de aquí. -Nez golpea el pecho de Josh regañándolo y esta se siente junto a nosotros.

En señal de victoria saco mi lengua y él repite la acción.

- Que infantiles, -Nez sonríe tomanod un sorbo de su refresco- ¿Cuántos años tienen... 5?

-Um, ¿sí? - dice Josh con obviedad- ¿No estás viendo? – me abraza por detrás para moverme de un lado a otro.

Aunque era muy tierno seguía siendo molesto.

-Si claro, - digo con la boca llena- Ahora suéltame. 

Aunque su abrazo se sienta muy bien, debo mantenerme serena.

Giro mi rostro para mirarlo y él hace lo mismo. En un segundo nuestras miradas se conectan y siento su respiración cerca de mi rostro. Huelo perfectamente al aroma de su perfume, es dulce. Sus ojos examinan mi rostro, el lindo rubio de ojos miel solo sonríe levemente mientras yo estoy petrificada- No – me contesta.

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