7. La nubes pueden sentirte.

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Violet

En las fiestas pasan muchas cosas. Personas terminan vomitando por todos lados, hay peleas, a veces besas a gente que en tu vida imaginarias besar, o te terminas acostando con ella. También hay personas que engañan a sus parejas, descubres que una simple bebida azul te da tremendo viaje al paraíso y que en este tipo de eventos todo el mundo pierde la dignidad que creían tener.

Soy parte de las dos últimas. Casi nunca tomo y si lo hago es una copa de vino una vez al año cuando es Navidad.

Pensé que a Nez la encontraría igual de mareada que yo, pero su mente y cuerpo seguían intactos.

Mentimos sobre lo que habíamos hecho ese día mientras tratábamos de parecer normales.

Mi padre no se metió mucho en el asunto, solo asentía como si le interesara lo que decíamos y supongo que nos creyó, o tal vez solo fingió hacerlo porque en realidad no le importa mucho lo que haga.

Cuando vi a mi madre pareció que todo rastro de alcohol hubiera salido disparado de mis venas. Traté de quitarme el olor a feromonas adolescentes antes de llegar a mi casa para asegurarme de que ella no sospechara.

Lo que pasó con Josh fue raro. Sé que el alcohol te vuelve más atrevido y quiero pensar que ese fue el caso y su escapada de la realidad me preocupo un rato.

Tal vez me dio esperanzas, pero se esfumaron cuando más tarde me pidió consejos para algo que quería con una chica que le gustaba. No me dijo su nombre ni muchos detalles sobre ella, pero parecía que lo traía muy feliz.

Tengo que ser egoísta y reprimir mis sentimientos si el por fin va a salir con alguien. Es prácticamente un milagro. 

No es mutuo Violet.

Basta.

🦋🦋🦋

Clase de literatura. Tal vez me agradara la materia si pidiera libros buenos.

Despejamos el salón colocando las sillas contra la pared, dejando un espacio vacío en el centro del aula.

También quisiera que me pongan contra la pared.

Que te calles Violet.

Estamos sentados en el piso, organizados en cinco grupos al azar para una actividad recreativa.

Hay muchas cosas que odio en esta vida y una de ellas es el hacer grupos, peor si son al azar, se supone que la idea es convivir, pero la verdad me importa una mierda, nunca fui buena para eso.

Gracias al ente que me vigila noche y día, Nez y yo quedamos en el mismo equipo junto con Valerio. Nicole, Josh, Leo y Adrián fueron divididos en cuatro grupos diferentes.

La actividad consiste en escoger un animal, eso era todo.

Luego nos iba a decir que hacer con eso así que estamos en terreno inexplorado.

Valerio decide romper el silencio- ¿Y si somos monos capuchinos? – empuja el puente de sus gafas a la espera de una reacción o respuesta.

Nez piensa en resaltar su ligera adicción al café- ¿Monos que toman capuchino? ¿O que hacen capuchino? -pregunta. 

-Monos capuchinos,- aclara- ¿Endémicos de nuestro país? - habla como si nosotros le entendiéramos. -Se les llama así por su pelaje no porque tomen café. -corrige torciendo su rostro.

El intelecto de Valerio lo hace una persona muy interesante. Constantemente nos cuenta teorías sobre el universo, el mundo, el espacio-tiempo y demás. Es alguien con quien me encanta hablar de ese tipo de cosas, no hace que te sientas tonto por no conocer un tema, lo explica de una manera tan  clara y emocionante que hace que te interese también. Sería un gran profesor pero el quiere estudiar astronomía.

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