3. Qué es bueno, qué es real y qué no

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Soy de las personas que prefieren el frío antes que el calor, no por eso significa que odie el sol o las cosas calientes, hay una clara diferencia entre que me guste el frío y que me gusten las cosas frías, no es muy complicado de entender.

Igual y si odio el sol, aunque a veces, porque el puede crear hermosos atardeceres y hacer los más increíbles arcoíris, son los paisajes que más me gustan y admiro demasiado.

¿Por qué estamos hablando de mis preferencias?

Ah sí, porque me estoy asando en el tremendo horno sofocante que provocó el ejercicio y los rayos de sol que arden bajo mi piel. Mi rostro quema, supongo que estoy roja, mi respiración está entrecortada y mi garganta seca, me siento desfallecer, percibo el sudor en mi frente. Me tumbé en el suelo por lo cansada que me siento y porque mis piernas temblaban. La coleta que hice en mi cabello me molesta un poco pero no me importa.

Nez está junto a mi casi igual o peor que yo. 

-Ne...ce...sito agua- digo arrastrando las palabras.

Nez se queja- Me duelen las malditas piernas.

Ni siquiera me puedo reír- Espérate a mañana, ni siquiera vamos a poder caminar.

La pelinegra a mi lado lloriquea.

-Tienen que moverse o les va a ir peor. - Josh se une a nosotras.

Mi moribunda amiga se sienta de golpe- ¡Tienes agua! dame, dame, dame.

Alzo mi cabeza para verificar que sí, Josh se encuentra parado al frente de nosotras con una botella llena de agua. Está con camiseta, pero aún así su definido cuerpo se nota debido al agua o sudor de la prenda. Verlo con el cabello mojado me resulta más lindo y aparte se ve muy fresco, como si no hubiera movido un pie en toda la hora.

Malditos deportistas.

Estiro mi brazo en dirección a Josh -Por favor, sálvanos.- mi voz está muy ronca por la deshidratación. Sus ojos se posan en mi y yo me hago la muerta.

El rubio suelta un suspiro rendido- Y entendí, soy un pilar muy importante en esta amistad. 

Dolió.

Escucho sus pasos venir hacia mí y siento el agua fría caer directamente en mi rostro. El cambio de temperatura me sobresaltó haciendo que soltara un grito escandalizado poniéndome sobre mis pies de inmediato.

- ¡Josh! – lo voy a matar- ¡Maldito hijo de tu madre!

No sé si Nez se retuerce del dolor o de la risa, creo que está intentando reír, pero el dolor en su abdomen se lo impide. Entonces Josh hace lo mismo con mi amiga y esta se levanta de un salto. 

Karma.

- Cuando me recupere, juro que te voy a dejar sin herencia. -Nez lo señala furiosa.

Josh soltó la carcajada que estaba aguantando, poniendo una mano en su estómago. Me gusta cuando se ríe porque sus hoyuelos se marcan aún más, se ve lindo.

-Quiero ver que lo intentes, - dice aún entre risas- Ni siquiera te puedes parar bien Nez.

No me gusta hacer ejercicio, me da pereza, eso hace que mi cuerpo no esté acostumbrado a la actividad física y por eso a la más mínima sentadilla caigo rendida.

Josh carraspea para terminar de reír-Tienen que moverse para relajar los músculos, así el dolor no será tan fuerte mañana... y no andar echadas como vagas.

Las dos bufamos y yo me cruzo de brazos para atacar -No me digas, no estaba enterada de que teníamos entrenador personal. -intento caminar, pero mis piernas vacilan.

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