En la M

16. Dominó

🦋Ladies and gentlemen, Ashlyn Nezuko (Nez) en HD🦋

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Tal vez pasé la última hora llorando y maldiciendo.

Abracé a Nala y sorpresivamente ella dejó que lo hiciera. Se quedó tan quieta y callada que lo único que se oía en mi vació cuarto eran los sollozos que acompañaban mi llanto. Además, tenía tantas ganas de gritar, porque no había tenido una maldita explicación, ni siquiera tiempo para recoger todos los pedazos en los que me había quebrado.

El calor de mi gata es lo único que me mantiene en tierra. Me recosté en mi cama y Nala se acomodó justo a mi lado.

En medio de mis pensamientos, Morfeo decidió visitarme.

El piso estaba demasiado frío y la luz blanca que iluminaba todo, me cegaba. Me levanté con un dolor de cabeza horrible pero al darme cuenta que no estaba en mi habitación ni mucho menos en mi cama, mi cuerpo se estremeció.

Tragué en seco.

Del pavimento comenzó a crecer una planta tan fea y verde, esta me hizo retroceder de mi lugar porque se acercaba demasiado rápido. Torpemente me puse sobre mis pies y comencé a correr al final de lo que sea que sea este lugar. Sé que comencé a sudar frío, la adrenalina y el miedo me consumían.

Al final no había nada y aquí no había nadie.

Mis pies descalzos comenzaron a picar y ardían cada vez más, cada paso dolía como el infierno, como si miles de agujas se enterraran en la planta de mis pies, y es que ahora, las hojas de esa horrible planta se encontraban por montones en todo el camino, bloqueando todo mi camino a su paso, amenazando con clavarse en mi como cuchillos si intentaba irme.

Grité, hipé y lloré en ese lugar, donde nadie podía escucharme, donde nadie podía ayudarme. Sentía como mi garganta se desgarraba en cada grito, con cada palabra salida de mi boca, la desesperación empezaba a asfixiarme.

Ahora me ahogaba de verdad. Esa maldita planta despedazaba mis cuerdas vocales sin piedad. De repente un sonido estremecedor rompió mis tímpanos y el sonido de murmullos apenas se escuchaba, pero resultaba ser algo tan molesto que dolía. Todo ese ruido ensordecedor era la combinación de un pitido violento y voces escandalosas que dejaron de ser simples susurros.

Cerré mis ojos con violencia y cubrí mis oídos intentando mitigar el dolor. Gritaba desesperada en mi interior y gotas saladas entraron por mi boca.

En medio de todo el caos y desastre que me rodeaba, sentí una presencia incómoda justo detrás de mí. Lo encaré deprisa pero se apresuró a empujarme.

Yo iba cayendo en un vacío tan oscuro y acogedor, que anhele quedarme ahí para siempre.

Pero me desperté.

🦋🦋🦋

Lo que más me enojaba de la situación, era que él se veía bien.

Así, bien.

Como si ayer no hubiera convertido mi corazón en purpurina, como si no le doliera nada haberlo hecho ¡O como si antes de llegar, se hubiera cogido a un maldito unicornio!

Carajo.

También me dolía ver que la única que sufría por esto, era yo.

El desgraciado evitó todo contacto conmigo desde ayer. Y tal vez yo también debería hacerlo, pero mi curiosidad es más grande que los huevos de ese imbécil.