🦋Capítulo 12

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🦋Flashback🦋

13 de Enero del 2010, 13:00 hrs

La historia empieza con un dúo de rubios corriendo directamente a la boca de un bosque frondoso, estaban hartos de los insultos gratuitos que recibían de manera diaria por parte de su progenitor que cometió un grave delito cómo el homicidio de su madre frente a sus ojos.

Guillermo estaba harto, necesitaba sacar a su hermana trilliza de ese mal ambiente, ya no puede permitir al idiota de su padre seguir golpeandole o dejae que se llenará de comentarios bifidos de su trilliza menor.

¿Que sucede con esa familia?

Al nacer los trillizos, la figura paternal jamás acepto esta "gracia" bendita de los dioses a su "mujer" que era una completa zorra por seducirlo, tuvo que hacerse cargo a mal gana por esta desgracia.

Creciendo esos hermanos, quién lograba destacar era una rubia de ojos cafés llamada Lana, ella era la princesa de papá ante todos quedando completamente en la ignoracia a los dos mayores por minutos.

Su madre dedico a entregarle mucho amor, compresión, cariño a Guillermo y Aroia para que fueran grandes personas en un futuro, no como su padre o su otra hija que estaban apunto del desquicio.

Debemos retroceder la historia a días anteriores para que comprendan un punto de vista general.

Guillermo al ser la única persona más apegada a Aroia desde que eran niños dedicó cada minuto de su tiempo en hacerla feliz, buscó un empleo para complacerla en sus caprichos, la acompañaba al comprar sus artículos personales y jugaba con ella.

No le importó en lo absolutó que lo maquillara, pintará las uñas o hicieran días de SPA junto a su madre, haría feliz a todos aunque fuera el último deseo de su madre que tenía un plan de escape.

Esa mañana de invierno, un día 13 de enero para ser exactos, dos jóvenes de 14 años dibujaban tranquilamente en el estudio construido por ellos mismo, costó sangre, sudor y lágrimas conseguir el dinero, Aro trabajo medio turno en un supermercado como cajera mientras Willy ayudaba a una construcción del ayuntamiento de esa población, y cuándo lograron recolectar todo hicieron su pequeño lugar idílico en el sótano de esa espaciosa casa.

La chica de orbes verdes olivo movió insistentemente a su hermano mostrándole entusiasmada al potro que dibujo provocando una sonrisa burlona de los labios del mayor que enseño un oso panda comiendo bamboo.

Explotaron de risa en esa habitación, no podían creer lo mal dibujantes que resultaron y lo peor que la tarea debía ser entregada al día siguiente poniéndose a marcha para culminar.

—Ese potro no se asemeja a los del campo, idiota—Burloneo Willy pidiendo mediante señas la cartuchera de colores.

Aroia bufó aventandole a la cabeza lo pedido mostrando su dedo medio.

—Puedes meterte ese dedo dónde te quepa—Agresiva, respondió.

Ambos seguirían peleando en sus tonterías de no ser por una serie de disparos que salieron de la parte exterior de su casa, Willy instintivo escondió a su hermana debajo del escritorio aferrando su mano en un bate de béisbol del ropero.

El albino agradecía cada una de las prácticas que llevo su madre durante el verano, ahora podría defenderse con ayuda de el bate de cualquier ladrón que quisiera atacarlos.

Estuvo apunto de salir escuchandose los gritos de negación por parte de su hermana que no saliera quedando simplemente ignorada, tenía que defender la casa al ser el único hombre cuerdo que no despreciaba a sus demás  familiares.

Little Thinks | [Willgan] [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora