🦋Capítulo 2.

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●10 de Agosto del 2016 ● 09:00 Hrs ●
●1 semana más tarde●

Un albino corría por lo amplio de una ciudad sujetando en brazos a una pequeña niña acurrucada incapaz de la situación actual cruzada por su padre justo en ese momento, Willy intentaba huir de una fuerte tempestad que se aproximaba.

No le dió tiempo de agarrar un paraguas del perchero al salir de casa optando a usar sus piernas que dios le ha dado para correr velozmente al establecimiento favorito que le esperaban sus amigos.

Willy tenía un caos mental cada vez que alzaba su quijada al cielo grisaceo que relampagueaba apretando inconscientemente sus brazos en forma de proteger a la infante ausente.

Llevaba 1 semana que ganó el caso de paternidad de su pequeña sofía, la pequeña razón de su existencia en esos momentos de adultez que apenas iba corriendo con los 21 años de edad que llevaba.

No era raro en esa pequeña ciudad tener hijos a tan temprana edad, solo que casos especiales como las de ese orbes verdes terminan cambiandole la vida como a todo su grupo ante la llegada de Sofía.

-Para que invento de salir de casa-Masculló el mayor deteniendose en un semaforo notando las virutas de agua caer pasivamente.

Estaba muerto.

En su mente sabía que le quedaba dos calles para llegar a la cafetería de su amiga Nieves, seguro le daría un reclamo enorme por atreverse a llevar a su hija a pie sin protección.

Al menos, tenía su chaleco rosa puesto que cubría su cabecita.

-Tranquila niña, llegaremos a tiempo. Espero no te despiertes mi princesa-Arulló sutilmente alzando uno de sus brazos para cubrir mas su cabeza divisando la señal de cruce en positivo.

El joven de boina verde giro progresivamente su mentón delante de la carretera intransitada asegurandose que era segura para pasar sin correr riesgos causando un leve caminar apresurado por esa angosta calle que trajo la lluvia más fuerte de la normal.

Debía caminar con más velocidad para bajar ante la avenida principal, pero demasiado tarde resultó, aquella virutas de agua que caían del cielo empapaban el traje de ese albino que protegía a su pequeña entre su impermeable mientras maldecía su descuido al no traer paraguas.

Sentía la presión agrandarse en su pecho a la par de sus pasos veloces en las aceras de la ciudad divisando a lo lejos una pequeña tienda cerrada que extendía un toldo, excelente para resguardarse.

Willy trago en seco esquivando agilmente los tropezones que traía la cascada de agua mediante esa calle llegando debado del toldo seco que escurría a sus costados pequeñas gotas de agua haciendolo sentir satisfecho.

Agacho quijada directo a la bebé en brazos que empezaba a mover sus manitas al aire en busqueda de su conocido, quizás tendría frio paso por la mente del mayor.

Solo que Sofía comenzó a llorar alertando al mayor que se sorprendió completamente agachando su cuerpo hasta chocarse en la pared del toldo para buscar rapidamente en la pañalera una manta con que enrollar aquel delicado cuerpecito de su hija cayendo en cuenta que lo dejo sobre la cama al salir.

-No, no, mi niña tranquila. Papá esta aquí-Intentó calmarla en voz baja escondiendo a su niña entre su cuello acomodando una de sus manos en la espaldita.

Ese llanto origino cada vez más incesante ocasionando ansiedad en el de tez pálida que logró desmoronarlo a tal punto de descender lagrimar del desespero, toda esa semana había sido un desastre para él con el tema de la menor.

Primero, no querían darsela por apenas cumplir la mayoría de edad en Karmaland a pesar de ser uno de los abogados más importantes de esa población.

Little Thinks | [Willgan] [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora