Little Thinks | [Willgan] [Hiatus]

🌻Capitulo 16.

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《Viernes, 15:28 hrs》

Esa tarde de viernes transcurrió pacíficamente a causa de ser un día de descanso merecido para cada integrante de esa morada, Fargan peinaba veloz a cierta orbes verdes que no se quedaba quieta de la emoción exorbitante mientras una oji-miel canturreaba por los pasillos dando vueltas lentas.

Sofía y Bianca serían llevadas a su primera clase de Ballet, Bianca iba en un curso más avanzado obviamente por su edad cómo años de práctica a ese hermoso baile, muy a lo contrario de Sofía que experimentaría por primera vez la danza, si ella pudo con Flamenco, capaz Ballet no sería complicado a sus ojos.

El castaño arregló ese moño mostrándole a Sofía lo hermosa que quedó mediante un espejo de mano que sacó de las pertenencias de su hija, pensaba claramente en arrastrar al abogado a esas clases para no dejarlo sólo en casa, aunque también quiso dejarlo descansar de él y sus órdenes.

Lo que más deseaba que entendiera es lo mucho que quería cuidarlo del mundo, ese cruel mundo que anda detrás de su culo para hacerlo caer o sacarlo de un caso sumamente importante para un empresario castaño que sentía decepción de la traición de mejor aliado.

Últimamente, la actitud del doctor cambio radicalmente a disposición del caso quedando expectante a ojos del guardaespaldas, muchas veces intento confesarle sus sospechas de traición a Willy, pero es su mejor amigo, no podía colocarlo a su contra.

Sólo quedo como especulación.

En fin, sacudió su cabeza caminando a la planta de arriba para inspeccionar por última vez al albino antes de dejarlo solo, merecía un descanso de él, de sus regaños, de su sobreprotección, merecía a alguien mejor que él, que nunca lo abandoné o lo haga llorar a mares.

El era un desgraciado por provocar lágrimas de los ojos más bonitos que ha visto en su vida.

Quisiera remediarlo todo, solo que las palabras de culpabilidad por parte del Willy ocasionó un destrozó a punto de querer olvidarlo, de querer apartarlo, de querer protegerlo, protegerlo de manera sana y no causándole lágrimas.

—Señor Díaz, ¿Puedo pasar?—Habló alto Fargan tocando la puerta del cuarto.

Tenía que seguir su trabajo, no crear vínculos, por cosas cómo esa estaba prohibido tener relaciones románticas extra-oficiales entre protector y protegido.

—Ya que—Fue la única respuesta válida.

Fargan ingresó en silencio a la habitación deteniendo sus pasos delante de unos orbes verdes opacos del llanto, Willy sólo elevaba su rostro de las sábanas regalando una sonrisa fingida, esa sonrisa llenaba de insatisfacción al castaño que agachó sus rodillas para quedar a la altura del acostado.

—Ya terminé mi trabajo por hoy abogado, voy a llevar a su hija a clases de Ballet. No salga de la casa mientras no esté, si escucha un ruido llámeme de inmediato o llamé a Alejandro, no habrá la puerta a nadie sin supervisión policíaca. Descanse, aunque sea de mí hágalo—Lo último, fue inaudible a oídos de abogado que asintió a los parámetros.

—No quiero salir de la cama, no tengo ánimos para hacerlo. Yo sólo quiero volver a la normalidad—Dijo Willy mostrando una mueca de lástima.

—Todo volverá a la normalidad al acabar los casos, lo prometo. No me volverán a ver en su vida—Respondió penoso Fargan dispuesto a retirarse.

Willy elevó su mano impidiéndole escapar a Fargan que volteó impactado a mirarle.

—¿Que sucede señor Guillermo?—