🌻Capitulo 14.

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《Minutos antes de la reunión》

Un grupo de hombres invadían la oficina del dueño coorporativo de Calvice C.A tratando de seducirlo ante su venenoso plan.

—Tenemos que deshacernos del abogado lo antes posible y tú—ese hombre de imponente aspecto señalo a un pelirrojo teñido que manoteaba disgustado la mano—Tienes que ocacionar esa pelea—

Grefg bufo desinteresado.

—Guillermo me cae bastante bien, es arrogante pero un buen trabajador de la ley—Defendió David rodando su rostro a algún punto.

Negaba a lastimar física o verbal a un ente público que viene de buena fé a conversar, no quería hacerlo.

—¿Quieres que todos se enteren de la bancarrota que enfrenta tú adorada empresa? ¿Quieres que te expongamos y demos tú nombre del cabezal de ese lavado? Nuestro jefe prometió dar una gran suma si colaborabas y la única manera de sacarnos al abogado unos días para terminar de eliminar las pruebas es que se pelee con Borja y lo destituya del caso—Proclamó nuevamente ese hombre de traje oscuro aferrando sus manos en el cuello del empresario—¿Aceptas o qué?—

El pelirrojo suspiró vencido dando un ligero asentimiento de cabeza.

—¿Que tengo que hacer?—

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Una hermosa mañana adornaba la casa de cierto albino que corría de un lado a otro molestando a su hermana, Willy amaneció entusiasmado con la llegada de Aroia que no dejo dormir a ningún miembro de su casa por las preparaciones que elaboraba.

Todos los inquilinos tuvieron que quejarse a voz potente que dejará de hacer tanto bullicio incluso Fernando abandonó ese hogar a horas tempranas con la excusa que debía volver a su hogar junto a sus perros.

Sin embargo, la felicidad jamás se borró en los labios del abogado que peinaba entretenido sus cabellos ante la mirada de una rubia que acomodaba estratégicamente la corbata de su traje.

Aroia recordaba con cariño esas veces que asistía a misa los domingos junto a su madre y hermano siendo la encargada de aprender ese complejo arte de los nudo, su hermano mayor núnca tuvo la paciencia suficiente para atar esos lazos y ella aprendió solo para vestirlo decentemente.

Tiempos aquellos que perduraban en su memoria.

—Corcholis, quédate quieto Willy—Regaño Aroia moviendo brusco sus manos en la tela que trataba de atar.

—Estoy emocionado, ¿Okey?. Estoy apunto de descubrir a los desgraciados causantes del lavado de dinero, tengo a mi hermana devuelta y siento nervios en general por todo lo que sucede—Explico rápido Willy que extendía sus manos al aire para referirse a cada respuesta.

Su corazón escaparía de su pecho por tanta ansiedad que acumuló en tan pocas horas, descubrió secretos, pensó posibilidades incluso probó teorías que su cabeza intentaba nublar para no ilusionarlo.

Sentía vulnerabilidad ante la vida luego de tantas noticias buenas que sólo le pidió a la vida que le otorgará una victoria más para ser feliz por el resto de su existencia.

—¿Por Fargan, no?—Sonrió pícara la rubia haciendo un ademán con los dedos.

—Quizás si, quizás no, sólo que yo no soy así, yo delante de otros soy un desgraciado y ahora, me siento cuando tenía 14 años—Murmuró nervioso mirando a los ojos de la chica.

Willy sintió curiosidad de lo que ocurrió con su hermana luego que lo empujara a través del barranco, no había tenido la oportunidad de conversar desde la noche anterior y quizás, era tiempo de abrir heridas para enterarse de la verdad.

Little Thinks | [Willgan] [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora