𝐓𝐡𝐨𝐬𝐞 𝐞𝐲𝐞𝐬 ║ 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

Capítulo 30

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Dos amigas se encontraban buscando un sitio para sentarse y almorzar.

Ya había acabado la búsqueda del tesoro, y todos los estudiantes se dirigieron a un comedor para que se les sirva el almuerzo y descansen un rato.

Ima se fijó que Eren y Armin se encontraban hablando con sus dos amigos de último año, o bueno, solo con Farlan, pues se veía que Levi no intervenía en la conversación.

—¡Oigan, vengan aquí!—Una pecosa llamó a las dos chicas que aún buscaban un lugar.

—Gracias.—Dijo la castaño claro cuando se sentaron.

Ymir e Historia se encontraban sentadas una al lado de la otra, con dos sitios libres en frente suyo—Ahora ya no—. 

Ima se sentó al lado de un chico de Stohess, lamentablemente fue el mismo con el que Mikasa tuvo que buscar el tesoro. Solo esperaba que no haga el tonto en ese momento, quería comer en paz.

Las cuatro chicas platicaban a gusto y comían su almuerzo hasta que el chico a su lado habló.

—Son de Trost, ¿cierto?

—Inteligente. Si no las habías visto en tu vida, ¿de dónde más van a ser?—Le criticó Ymir.

—No hablaba contigo, fea.—Le respondió de mala gana.

—¡Rudolf! ¡Ymir! Ya les dije que dejen de insultarse. Nos hacen quedar como animales.—Exigió orden Historia.

—No te preocupes, Historia—La de cabello castaño claro habló—. Y sí—Se dirigió al chico castaño que se encontraba a su lado—, como habrás notado, somos de Trost.

—No sabía que en Trost habían chicas tan lindas.—Dijo Rudolf.

—No empieces, Rudie.—La de pecas habló rodeando los ojos.

—Deja de decirme así. Yo puedo hacer lo que se me dé la gana. Mikasa, ¿cierto?—Preguntó ahora dirigiéndose a la azabache.

—Sí.—Le respondió ella con mala gana. Aún fastidiada por ser una molestia en la búsqueda del tesoro.

—¿Sigues enojada por lo de antes? Vamos, no es para tanto.

La azabache solo miró para otro lado de mala gana.

—¿Cómo te llamas?—Le preguntó él a Ima.

—Ima.

—Oh, Ima—Dijo tomando su mano derecha para rodearla con las suyas—. Eres la única de ustedes que no me mira mal.

—¿De nada?—Le respondió ella sin saber si eso era un halago o algo bueno.

—Deberíamos conocernos más.—Dijo sin pelos en la lengua.

A lo lejos y en la mesa en donde comían los chicos, un chico de cabello castaño claro se encontraba viendo la escena, empujó el hombro de su amigo azabache para llamar su atención.

Cuando este lo miró, Farlan señaló con la cabeza la dirección en donde se encontraban Ima y aquel chico que tomaba su mano.

El pelinegro solo los miró con la misma cara de pocos amigos de siempre.

Imposible saber si eso le fastidiaba o le daba igual.

—Ok, acabamos de almorzar todas, ¿nos vamos?—La rubia se puso de pie y miró a las demás.

—Sí, hay que irnos de una vez, respondió la más alta.

Las cuatro chicas se levantaron de su asiento y caminaron para irse del comedor.