Presente.
El último recuerdo de la noche anterior apenas se comenzaba a aclarar en mi mente.
-¿Tienes hambre? -le había preguntado mientras cenaba la sopa de miso que él había preparado.
-No, creo que es hora de que la deje descansar.
-Y tú... ¿Dónde irás?
-Alquilaré un dormitorio cerca -respondió.
-¿A esta hora?
El pareció reflexivo. La recepción, todo estaba cerrado a esa hora, a exepción de alguno que otro lugar de asistencia pública fuera.
‐No me molestaría si te quedas -bajé la mirada.Él estaba sorprendido, observó la hora y finalmente decidió quedarse a descansar en el sofá de la sala.
-Que descanse -fue lo último que dijo- duerma lo suficiente para que pueda recuperarse.
. . .
Me estiré temprano, puse los pies en el suelo y tendí la cama. Sonreí al ver que la fiebre se había ido.
Había sido gracias a sus cuidados.
Al salir del dormitorio noté que el pelinegro no estaba.
Me percaté de una nota sobre la mesita y la tomé intrigada.
"Espero que haya dormido bien, estaré de regreso antes del mediodía."
Al leerla, una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro.
-¡Ah! Anoche tenía una herida fresca debajo de la rodilla. ¡Cómo fui capaz de olvidarlo! ¿Qué le habrá pasado? ¿Cómo estará?
Me dispuse a limpiar la habitación y a llevar la ropa sucia a la lavandería del hotel.
Después de acabar con los deberes decidí darme un largo y relajado baño de espuma.
Al terminar me senté en el pequeño escritorio que daba a la ventana y saqué mi libreta de bocetos, un lápiz y una goma de borrar.
Dibujar era de mis pasatiempos favoritos, a veces dibujaba en mis ratos de ocio, otras veces lo hacía cuando me llegaba la inspiración y otras tantas cuando me empujaba la necesidad de plasmar en papel las vivencias del corazón.
El carbón del lápiz era tan versátil, y a pesar de ser de un simple color gris, había una amplia gama de luces y sombras en el grafito.
Habían tantas figuras y texturas por crear.
Era increíble cómo un pedazo papel, madera o cualquier otro material, pudiera grabar tantos significados, tantos sentimientos y tanta complejidad a la vez.
Estaba convencida de que el arte dotaba de belleza y romanticismo a la vida.
El arte era una de las cosas por las cuales estar viva.
. . .
Me puse de pie tras escuchar los toques en la puerta.
Al abrir y ver su rostro frente a mí, esbocé una sonrisa.
-B-buenos días.¿Por qué me sentía nerviosa a su lado? Es decir, era guapo, pero nada más. No había razón para titubear.
Sin embargo, era inevitable cuando me observaba con esa particular mirada.
-Buenos días -respondió- traje algo de comer. ¿Ha desayunado?
-Aún no -sonreí- pero no tenías qué.
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Voy A Salvarte [Itachi y Tú]
FanficUna adolescente viaja al otro lado del mundo persiguiendo sus sueños, pero su vida da un drástico giro tan pronto como se encuentra con un extraño terriblemente herido en medio del bosque. La miedosa joven, en las afueras de la aldea de Konoha, deci...