No podía holgazanear, necesitaba estudiar para el siguiente año escolar. En dos meses tendría que regresar a occidente para cursar mi primer semestre en la universidad.
Era un dolor de cabeza, pero tenía que esforzarme.
Alcé la vista al calendario de mi alcoba.
—Es siete de Junio —murmuré— las clases comienzan la tercera semana de agosto.—Espera... ¡Es siete de Junio! ¡El cumpleaños de Itachi es en dos días! Dios, por poco lo olvido. ¿Por qué no me recordó?
Ugh, cierto, nunca lo celebra. Estoy segura que ni siquiera él se acuerda.
—Entonces mejor, ¡así podré prepararle una sorpresa!
¿Y qué hay de estudiar?
—Shhh, eso puede esperar.
. . .
Había dejado un desastre y un montón de platos sucios en la cocina, pero por fin había logrado hornear el pan para el pastel.
Entonces me dispuse a preparar el betún de chocolate.
¿A Itachi le gustará el chocolate?Recordé la última vez que preparé una sorpresa, tenía nueve años.
Estuve días organizándola para el cumpleaños de mi padre, gasté una buena parte de mis ahorros en un regalo decente y llené la sala con globos de colores.
Esa noche recibí entusiasmada a mi padre quien regresaba del trabajo... Unos momentos después mi madre entró y comenzaron a discutir.
Su relación era bastante versátil, ella lo resentía por el pasado y él era un hombre con poca paciencia.Ese día como muchos otros, ambos terminaron escupiéndose insultos y comentarios hirientes el uno al otro.
Mi madre solía gritar llorando de coraje.Era una amarga rutina, cuando tenía suerte sólo había una pelea por semana.
Ese día quité todas las decoraciones, las guardé en una caja bajo mi cama y me encerré en mi habitación para no escuchar esos gritos.
Momentos después me encontraba llorando en silencio sobre mi cama, no quería que me vieran ni me escucharan.
Ya no sentía miedo, sentía coraje.
Los mismos escenarios se repitieron en las fechas que eran importantes para mi, y con el pasar del tiempo aquel coraje que sentía se volvió decepción.
Nunca más volví a preparar algo así para mis padres.Mi relación con ellos también se volvió versátil, no era capaz de abrirme con ellos, pues los resentía por mucho.
No los odiaba, agradecía que se hubiesen hecho cargo de mi, pero no estaba lista para ser sincera con ellos. Aún dolía.
. . .Después de merodear entre los locales de la aldea, encontré algo que valía completamente la pena; era un collar delgado con tres anillos de plata incrustados a su alrededor.
Al verlo, me imaginé lo lindo que Itachi se vería usando un collar, la plata sin duda haría juego con su anillo escarlata.
Ese día como le había prometido a Itachi, regresé a mi departamento antes de que oscureciera.
. . .
Desperté con el sonido molesto de la alarma en el buró, me cepillé el cabello enredado y me cambié la pijama.
—A preparar el desayuno —bostecé— veamos... ¿Qué tal bolitas de arroz?
—Mañana es nueve, saldré en la mañana por sus dulces favoritos —me dije— con suerte llegará mañana. Aunque si no, de todos modos vale la pena.
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Voy A Salvarte [Itachi y Tú]
FanfictionUna adolescente viaja al otro lado del mundo persiguiendo sus sueños, pero su vida da un drástico giro tan pronto como se encuentra con un extraño terriblemente herido en medio del bosque. La miedosa joven, en las afueras de la aldea de Konoha, deci...