Habían pasado varios días desde que le había dado esa fuerte fiebre. Fue cansado estar al pendiente de su temperatura en todo momento, pero nada de eso pudo comparar la alegría que sentí al verlo recuperado.
Habíamos salido de paseo por los lugares de la aldea de las aguas termales. Había tomado muchas fotografías y retratado aves a su lado.
El pensamiento de pedirle que invocara un cuervo se había hecho presente en mi cabeza, pero sabría que se negaría, siempre era así cuando se trataba de armas de combate.
. . .—Te están quedando muy bien las plumas.
—¿Quieres intentarlo?
—No lo creo.
—Anda, ya viste como hice las sombras, inténtalo.
—De acuerdo, sólo no te burles.
...
—Guau, no eres tan malo.
—¿Eso es un halago?
. . .Algunas veces sentía como si tratara de decirme alguno, pero siempre se limitaba a guardar silencio. Eso me llenaba de intriga pero no podía presionarlo. No era lo correcto.
Ese día por la mañana, había llegado un ave mensajera con una carta para él.
Tendría que salir a otra aldea por una nueva misión, y a diferencia de la anterior, esta tomaría varios días.Él se reuniría y partiría con su compañero, yo me quedaría sola.
Parecía que los días de no verlo llegaban de nuevo y yo tenía que aceptarlo.. . .
—Me tengo que ir cuanto antes. —Dijo Itachi doblando la carta.
Asentí sin decir nada. Sentía un nudo en la garganta. Era una partida muy repentina.
—Volveré en poco menos de una semana, no es un viaje demasiado largo —parecía tratar de subirme los ánimos.
—No quiero que nada malo te ocurra —mi voz salió cortada.
Saber que siempre se exponía al peligro y terminaba muy lastimado me hacía sentir preocupación y temor al mismo tiempo.Él se acercó a mí.
—Voy a estar bien —puso una mano sobre mi hombro— no me pasará nada.—¿Como estás tan seguro? —alcé la vista a sus ojos.
—Porque sé que me estarás esperando —me miró con gentileza.Un suave rubor se asomó por mis mejillas.
Quería decirle que me importaba... Que lo quería.
Pero era terriblemente ingenuo hacerlo sabiendo que tenía tantas dudas por resolver sobre él.
Necesitaba saber toda la verdad de su huída de la aldea, de esa organización, de por qué se había unido a ella, de porqué había escogido ese camino, o siquiera si él lo escogió...
Aún no podía confesarle lo que sentía, y tampoco estaba segura de sus sentimientos hacia mí.Él me regaló una media sonrisa.
—Volveré pronto.. . .
Ahora estaba sola, ¿por qué se sentía muy vacío ese lugar?
Tomé asiento y suspiré.
Después de su partida me había dedicado a reflexionar y volver a la rutina. Sin embargo, sentía que había algo en mis días que ya no estaba. La idea de que mis días no fueran lo mismo sabiendo que él estaba muy lejos me preocupaba.
Siempre me había gustado apartarme de la gente, no me molestaba en lo absoluto estar sola, y sin embargo ahora sentía una leve punzada en el pecho ante ese sentimiento.
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Voy A Salvarte [Itachi y Tú]
Hayran KurguUna adolescente viaja al otro lado del mundo persiguiendo sus sueños, pero su vida da un drástico giro tan pronto como se encuentra con un extraño terriblemente herido en medio del bosque. La miedosa joven, en las afueras de la aldea de Konoha, deci...