Pasiones Prohibidas ©

23. Lo haces feliz

"Si tu corazón es un volcán, ¿cómo esperas que crezcan flores en él?

—Khalil Gibran.

🥀

Días después la familia Jenner se encontraba viendo y probando algunos vestidos de novia en el centro comercial.

Desde los más sencillos hasta los más cotizados para los de alta clase. Ninguno le convencía a Danna a veces los sentía demasiados pesados o demasiados sencillos.

La señorita Jenner estaba dándole demasiadas vueltas al asunto, no sabía cómo decirle a su hermana sobre su relación con Lucas. En una parte, él tenía razón su hermana tal vez no le creería, la chica estaba muy emocionada e ilusionada con su gran boda, no la podía bajar de la nube con una noticia tan dolorosa.

Todo esto era una gran pesadilla.

Nunca se imaginó que algo como esto le estuviera pasando a ella.

¿Por qué? Habiendo muchas chicas en el mundo tuvo que elegir a su hermana. ¿Cuál era el motivo? ¿venganza?, ¿tortura? ¿Qué era lo que iba a ganar con este circo? Porque sí, es un circo, toda una bobería que se armó Lucas.

No lo comprendía.

¿Cuánto tiempo tardó en hacer todo esto? ¿Cinco meses? ¿Nueve meses? ¿Dos años?

—Señorita Dakota. Es su turno de escoger su vestido —la joven reacciona ante la voz de la señorita que las está atendiendo y empieza a caminar por toda la tienda tratando de encontrar un vestido de su agrado.

Desde vestidos largos, cortos, de seda, de algodón, de colores básicos hasta neutros, ninguno le terminaba de convencer. Hasta que minutos más tarde encontró una joyita.

—Creo que este quiero.

—Se lo puede probar para ver cómo le queda si gusta —responde la señorita.

Sí, claro, me lo probaré.

🥀

Tiempo después terminaron de escoger sus vestidos y decidieron ir a comer un poco, ya pasaba del medio día y ninguna había probado bocado.

Entraron a comer una pizzería, no había tanta gente así que decidieron su mesa de la gran ventana que da a la calle.

—Bienvenidas. ¿Qué van a ordenar? —pregunta el mesero con su libreta de notas ya en mano.

—Una pizza hawaiana grande, por favor —responde Danna.

—¿Para comer aquí? —ella asiente —. ¿Algo más que se les ofrezca?

—Seria todo por ahora.

—Bien, en unos minutos les traigo su pizza, con permiso —sin decir nada más el chico se retira hacia la cocina.

—Extrañaba la pizza de Boston.

—¿No está buena la de Chicago? —pregunta su madre.

—Sí, pero no la puedo comparar con la de Boston, es única.

Diana Jenner observa que desde que llegaron al centro comercial Dakota ha estado muy callada.

—¿Estas bien, Dakota? Te he notado un poco rara, hija.

—Estoy bien, mamá —sonríe.

—Puedes confiar en nosotras, somos tu familia —comenta Danna.

¿Será el momento adecuado? Sí.

Es ahora o nunca.

No se lo podía decir después de la boda, jamás se lo perdonaría.