"¿Por qué es tan difícil querer, siendo tan sumamente fácil desear? Porque en el deseo habla la impotencia, y en el querer la fuerza."
—Gustav A. Lindner.
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Últimamente Danna ha estado muy pegada a su madre, casi todos los días salen a pasear, a divertirse y eso era muy bueno. Estaban teniendo días de madre e hija, hace tantos años que no tenían días así de especiales.
Danna le había pedido a Dakota que ella quería cuidar unos días e incluso semanas de su madre y ella acepto. Pensaba que sería una buena manera de que recuperaran los tiempos perdidos.
A si mismo Dakota se había dado algunos días para cuidarse a sí misma, relajarse.
Algo que amaba la señorita Jenner es pasar tiempo con ella misma, casi no tenía tiempo para hacerlo, pero le gustaba mucho.
En estas últimas semanas la chica ha estado buscando varias escuelas. Estuvo por varias horas buscando hasta que se puso a pensar.
Había algunas muy buenas, pero no le convencían tanto.
Tiempo después, ya estaba decidida. Encontró lo que le gustaba.
Ya que había encontrado el primer punto de su lista lo tacha y opta por empezar con el segundo punto:
Renuncia en el bar.
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La señorita Jons se encontraba en una de sus casas en Madrid intentando conectar evidencias que incriminen al señor Wes. Pero por más que lo intentaba, no encontraba absolutamente nada.
Siempre llegaba al mismo punto, a la misma respuesta; "él no lo hizo, él no lo hizo".
Una parte de ella creía en él, seguía creyendo en él. Pero la otra, estaba completamente segura de que Lucas había mandado a matar a Yeray. No sabía qué hacer.
No sabía si quería llegar hasta al fondo de todo esto o creer en el amor de su vida.
Mientras pasaban los segundos Kira pensaba en todo lo que vio y escuchaba mientras estaba con Lucas.
Cualquier palabra, silaba, las cosas que veía. Trataba de recordar palabra por palabra.
Hasta que por fin dio con una pista.
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Dakota Jenner iba en camino hacia el bar a poner su renuncia. Mientras iba en el taxi iba pensando en las cosas que le había dicho el señor Wes.
Estaba un poco nerviosa por ello, pero ella también creía que dejar el bar iba a ser lo mejor. Pronto iba a encontrar un empleo mejor.
Minutos después llega al bar, era medio día y se dirige hacia la oficina del dueño:
—Buenas tardes, señor —saluda ella.
—Dakota, hola. Pasa, pasa.
El señor Jorge García era un hombre de cincuenta y cinco años, era una persona muy amable y educado.
—Señor, usted sabe que lo aprecio mucho. Ha sido una muy buena persona conmigo y con todos, siempre nos trató como su familia. Pero lamentablemente, vengo a pedir mi renuncia.
—¿Pero ¿cómo así? —el señor Jorge le pregunta a Dakota —. ¿Estas segura de tu decisión?
—Muy segura, señor.
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Pasiones Prohibidas ©
Romance"Todo cielo tiene su lucifer y todo paraíso su tentación." -José Saramago. Dakota Jenner baila en un bar de Boston solamente para poder ayudar a su madre de la horrible enfermedad que la está consumiendo por completo. Sin imaginarlo, conoce a un "án...