27. La lujuria es peligrosa

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"Si todos aquellos que no obtienen lo que desean muriesen, ¿quién viviría entonces en la tierra?"

Marqués De Puységur.

🥀

Ser la esposa de Lucas Wes es un puesto demasiado alto que puedes terminar pagando con la muerte.

Él era una persona demasiado cruel con quien se lo merece. Pero ¿Danna se lo merecía?

Con el tiempo Danna aprenderá a vivir con ello.

El sol entraba por los grandes ventanales de la mansión Wes, eran cerca de las ocho de la mañana y recién se había levantado.

La señorita se levanta de la cómoda cama para cambiarse y hacer ejercicio un poco.

Siempre ha cuidado su cuerpo, nunca le ha gustado tener unos kilos de más. Siempre comía cosas sanas, casi nunca consumía comida chatarra, cuando lo hacía eran solo porciones para quitar el antojo.

Después de hora y media de ejercicio, la señorita regresa a la habitación a ducharse y ponerse ropa cómoda para poder bajar a desayunar.

Minutos después baja a la mesa para desayunar. La mesa estaba servida y el señor Wes estaba ahí viendo su Tablet.

—Buenos días, Lucas —saluda mientras se sienta.

—Buenos días, querida.

—¿Dormiste bien?

—Sí, me quedé muy dormido. ¿Tu?

Ella simplemente asiente.

—Las maletas están listas ya. El jet se encuentra listo, salimos en dos horas. Espero que ya estés lista.

—Lo estoy. Mi madre y Dakota vendrán a despedirnos.

—Bien —él se levanta y le da un último sorbo a su café para después empezar a caminar hacia su oficina —. Estaré firmando algunos papeles, nos vemos luego.

Desde que conoció a Lucas, siempre ha sido un hombre que no demuestra sus sentimientos.

Al menos con Danna no.

Ella creía que estaba bien, que era algo normal en él.

Creía que él la amaba a su manera.

Y se sentía bien con eso.

🥀

Tiempo después la señorita Jenner se encontraba con su madre en casa. Hace dos semanas, había abandonado su empleo, tenía el dinero suficiente para poder descansar un poco del trabajo.

Quería darse un suspiro.

—¿Estas bien, mamá?

—Ven, siéntate junto a mi —La señora Jenner palmea un poco la coma para que su hija se suba, y rápidamente lo hace —. Sabes que te amo tanto y estoy orgullosa de la gran mujer que eres ahora.

—Lo sé, mamá. Gracias.

—Eres una maravillosa mujer, nunca lo dudes. Siempre trata de dar lo mejor de ti. Lucas por tus sueños, Dakota. Sé una mujer fuerte. Te amo.

La señorita Jenner tenía un mal presentimiento, pero no quería pensar en eso ahora.

Sabía que tarde o temprano iba a suceder, pero aún no está lista.

—Mamá, ¿qué pasa?

—Creo que ha llegado la hora, amor mío.

—No...

Pasiones Prohibidas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora