25. Acepto

159 15 11
                                    

"Cuándo mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando."
Rabindranath Tagore.

🥀

Las emociones estaban al tope.

El gran día llegó.

Tantas semanas de espera por fin se hará realidad el sueño de Danna Jenner.

Faltaba casi nada para la ceremonia.

La pareja había decidido hacer la boda en la mansión del señor Wes en el gran jardín.

Estar de nuevo en la mansión era un martirio para la señorita Jenner. De repente se le venían recuerdos a la mente de lo feliz que era al lado de él.

Cuando se quedaban casi todo el día en la cama abrazados.

Cuando Dakota observaba como cocinaba la comida que Lucas le preparaba.

Cuando jugaban y reían en el jardín.

Cuando hacían picnics o cenas románticas y siempre terminaban en sexo.

Cuando se metían los dos a la piscina... y tenían sexo.

Cuando estaban en la sala principal y también tenían sexo.

Cuando tenían mucho sexo intenso por casi toda la mansión.

Dakota se sentía tan plena con él. Pero no iba a aceptar sus comportamientos tóxicos y posesivos ni de él ni de nadie más.

Fue bonito mientras duró ese amor intenso y burbujeante.

🥀

Todos los invitados han llegado y ya se encuentran en sus lugares. Los últimos toques de la boda ya estaban por finalizar y solo faltaba que salieran los novios.

Las sillas de los invitados eran blancas y decoradas con un gran moño plateado por detrás. El pasillo por donde iban a caminar los novios estaba cubierto por pétalos rojos hasta llegar al altar. Todo estaba decorado de la mejor manera. Todo lo mandó a poner el señor Wes.

—Está todo listo, señorita Danna. Solo falta usted —avisa Will entrando a la habitación donde se encuentra la familia Jenner.

—Estoy lista, Will —responde Danna.

Toma su ramo y sale de la habitación rumbo al jardín de la mansión junto con su madre acompañándola.

—Hoy es tu gran día, mi amor. Disfrútalo muchísimo.

—Me alegra estar compartiendo este día contigo, mamá.

—Cariño, estoy tan feliz que hayas encontrado a un buen hombre. Se muy feliz, te deseo la gran felicidad al lado de tu esposo.

Minutos después, ya estaban los novios en el jardín esperando la orden para poder llegar al altar.

—Te vez muy hermosa —habla Lucas a Danna y ella sonríe felizmente.

—Gracias. Tú te ves muy guapo con ese esmoquin.

Antes de que el señor Wes pueda responder la música Coro Nupcial de Richard Wagner empieza a sonar a violín anunciando la entrada hacia al altar. La toma del brazo y empiezan a caminar lentamente mientras que todos los observan.

El vestido de la novia era digno de estar de un cuento de hadas, la parte superior cubierta por encajes dejaba los hombros descubiertos y era seguido por una parte inferior ligeramente suelta con encajes acompañada de una cola que la arrastra perfectamente al caminar dado que su corte no era ni tan corto ni tan largo.

Su cabello estaba recogido hacia atrás dejando su cara completamente descubierta haciendo que el maquillaje resalte los rasgos faciales y unos pendientes largos dándole un toque único a su cuello solitario.

La música se detiene cuando ya se encuentran frente al padre quien empieza a hablar:

—Queridos hermanos estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia nuestra voluntad de contraer Matrimonio. ¿Han venido aquí a contraer matrimonio por su libre y plena voluntad sin que nada ni nadie los presione?

—Venimos libremente —responden los novios.

—¿Están dispuestos a amarse y honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda la vida, hasta que la muerte los separe?

—Estamos dispuestos.

—Ya que quieren establecer ente ustedes la alianza santa del matrimonio, unan sus manos y expresen su consentimiento delante de Dios.

Yo, Lucas Wes, te quiero a ti, Danna Jenner, como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.

Yo, Danna Jenner, te quiero a ti, Lucas Wes, como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.

La ceremonia estaba atormentando a Dakota, no lo soportaba. Quería largarse de ahí pero no podía.

Cuando el padre dijo si había alguien que se interpusiera al matrimonio tenía tantas ganas de levantarse de su asiento y evitar esta estúpida boda.

Se dio cuenta demasiado tarde sobre sus sentimientos.

Ya no podía retractarse.

Era demasiado tarde.

No podía soportar ver como Lucas besaba a Danna, como en verdaderamente la amara.

O tal vez, si la ama.

Y por eso decidió casarse con ella. Porque la ama.

Dakota había perdido y Danna había ganado. Siempre ha sido así entre las hermanas.

Desde la primera vez que Danna decidió irse de la casa Dakota nunca se lo pudo perdonar. Era su única amiga, su único paño de lágrimas.

Su todo decidió irse sin más, y cuando quiso volver Dakota seguía sin poder perdonarla. Pero debía de seguir a su lado, porque la quería y era su hermana mayor, eso no le daba derecho a perdonar.

—Lucas Wes, ¿quieres recibir a Dakota Jenner, como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

—Acepto —responde él viendo como resbala la lágrima de Dakota Jenner por su mejilla. No podía dejar de verla. Se veía tan hermosa que quería comérsela a besos, decirle lo mucho que la amaba.

La joven Dakota llevaba puesto un vestido rosa a mitad del muslo que dejaba hombros descubiertos acompañada de unos volantes y el resto era tallado al cuerpo.

—Danna Jenner, ¿quieres recibir a Lucas Wes, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

—Acepto —dice muy emocionada.

El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro que habéis manifestado ente la Iglesia y les otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Los declaro marido y mujer. Puede besar a la esposa.

Y es así mientras algunos celebran esta gran unión hay una persona que se acaba de destruir por dentro mientras veía como su amado se estaba casando con otra persona.

Pero, no con cualquier persona, sino con su hermana.

Con la que creció y jugaba cuando era niña.

Esa hermana mayor se había convertido en la esposa del hombre que ama y seguirá amando siempre.

Esa hermana mayor ahora era la señora Wes hasta que la muerte los separe. 

Pasiones Prohibidas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora