26. Simple chica

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"¿No es la descortesía con todos los demás, la esencia misma del amor?"

Jane Austen.

🥀

El plan ya estaba casi terminado.

Una parte del señor Wes estaba decepcionado de él mismo.

¿Cómo pudo caer tan bajo por una simple chica?

No es una simple chica.

Es el gran amor de su vida. Un amor que se ha convertido en algo imposible.

Tenía tantas ganas de regresar el tiempo atrás y nos darse por vencido con su chica.

Un matrimonio es un paso muy grande por el cual aún no estaba preparado Lucas. Creyó estarlo hace tiempo atrás.

Ser libre sin ataduras era lo que le gusta más al señor Wes.

Pero ahora era distinto.

Danna le parecía una persona muy amable, inteligente, agradable y por supuesto, hermosa. Pero, su objetivo era la hermana menor.

Cuando el padre preguntó si había alguien que se interpusiera a la boda, él estaba rezando que a Dakota lo hiciera. Que se levantara en medio de todos y dijera que aún seguía enamorada él.

Cosa que nunca pasó.

Tenía que pensar alguna manera del como volver a tener a la señorita Jenner en sus brazos.

No podía terminar así.

O ¿sí?

¿Han escuchado la frase "si amas algo déjalo ir, si regresa es tuyo, si no, nunca lo fue"?

Pues ese famosa frase tal vez, empiece a cobrar sentido en esta trágica historia.

🥀

—Tengo miles de ideas a donde podríamos ir de luna de miel —comenta Danna mientras todos se encuentran comiendo en un restaurant junto con Lucas —. Alemania, Francia, Brasil, Italia, España, México, Corea del Sur, Japón. Es solo cuestión de que planeemos bien todo.

—¿Por qué no viajan por el mundo por un año? —propone la madre.

—Que buena idea, mamá.

—Planearemos la luna de miel con tiempo, no llevamos tan prisa —dice Lucas.

El mesero llega y empiezan a ordenar.

—Yo solo quiero un tiramisú —habla Dakota.

—Yo también quiero un tiramisú —repite el señor Wes sin quitarle la vista a la señorita Jenner.

—No sabía que te gustaba el tiramisú, amor. ¿Desde cuánto? —interroga Danna.

—Me empezó a fascinar desde que conocí a una mujer muy especial para mí hace mucho tiempo. Hasta el día de hoy no la puedo sacar de mi cabeza.

Sin dejar de mirarse el señor Wes y la señorita Jenner. Ambos sabían que se refería a la señorita Jenner.

🥀

Han pasado algunas semanas desde la boda.

Semanas en las que la señorita Jenner las ha pasado demasiado mal.

Su amado se había casado dejándola a ella atrás.

¿Dónde había quedado ese amor que tanto le prometió alguna vez?

¿En verdad se había terminado todo eso?

¿Era tan tarde para expresarle sus sentimientos al señor Wes? Demasiado tarde.

Nunca pudo perdonar a su hermana por haberse ido de la casa. Había abandonado a su familia sin más. La abandonó dejándola con su madre.

Es algo que Danna siempre ha tenido presente. Ella sabe perfectamente que su hermana menor sigue sin perdonarla.

🥀

—Mamá, ¿te sientes bien? —preguntó Dakota a su madre que está viendo la televisión.

—Solo me duele un poco la cabeza. Me siento algo débil.

Dakota sabía que esas eran las consecuencias de haber dejado las quimioterapias.

En todo este tiempo intentó de convencer a su madre de regresar a ellas, pero no lo logró.

Le dolía ver como su madre se moría lentamente con el paso del tiempo.

Quería hacer algo por ella, pero lastimosamente no había nada que hacer.

🥀

Los días pasaron y los recién casados ya había decidido a donde irse de luna de miel.

Últimamente Danna había notado a su esposo un poco raro. Creía que eran las emociones del viaje.

Ella también estaba muy nerviosa por el viaje. Habían decidido pasar la luna de miel al otro lado del mundo.

Antes de irse, tenía ganas de hablar sobre un tema muy importante al menos para Danna.

El señor Wes se encontraba en la jardín tomando un poco de café mientras veía su Tablet.

—Buenos días, cariño —saluda Danna cuando se sienta en el otro lado de la pequeña mesa.

—Buenos días, Danna.

—Tengo que hablar de algo importante contigo.

—¿De qué se trata? —inquiere el señor Wes.

—Es sobre nosotros —la chica se rasca la cabeza —. Siempre he querido tener una familia algo grande.

Lucas sabe para dónde va esta conversación, solo suspira.

—Danna, no quiero que te aferres a algo que jamás te podré dar.

—¿No te gustan los bebés, los niños?

—Me gustan —responde —. Pero no me gustaría tener hijos propios, al menos no por ahora. Siento que todos los niños deberían de ser deseados por unos papás que estén verdaderamente de acuerdo en tenerlos, y no solo eso, también que puedan mantenerlos —hace una pausa —. Los niños necesitan cariño, amor, tiempo, y por supuesto unos padre que los amen y los respeten. Eso es algo que no puedo darles ahora —suspira —. Eres joven, más joven que yo y no me gustaría verte atada a un bebé, a cambiar pañales, no es lo que quiero que hagas. Disfruta tu vida, diviértete. No pienses en bebés ahora, hazlo cuando verdaderamente te sientas lista y hayas disfrutado tu vida completamente.

—Pero podríamos adoptar o alquilar un vientre.

—Danna, honestamente no quiero ser padre aún. No tiene ni un año que nos casamos, es demasiado pronto para pensar en eso. No sabemos si realmente esto va a durar para siempre o el próximo mes ya nos estemos divorciando, no lo sabemos... No me gustaría que mis hijos tengan que sufrir por unos padres divorciados y que encima se odien.

Antes de que siga hablando, Will le hace señas de que es momento de irse a resolver algunos asuntos.

—Me tengo que ir. Espero que sea la última y primera vez que hablemos de esto, Danna. Nos vemos luego —se levanta y revuelve un poco el cabello de la chica en forma de despedida.

La señora Wes se puso a pensar un poco. Su esposo tenía algo de razón.

Era muy pronto para pensar en bebés. Tenía que esperar un poco más su lado de maternal, aun no era el momento.

¿Realmente era buena idea traer bebés al mundo con Lucas Wes?

Pasiones Prohibidas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora