Capitulo 12

175 15 0
                                    

Rubius

¿De verdad estaba asimilando lo que estaba viviendo? Había viajado expresamente para ir a ver a Mery, he ido a comer con ella, hemos estado juntos pasando un buen rato y ahora estaba en su casa donde había conocido a su madre y a su hermano. ¿Hasta dónde podríamos llegar más? Ah, si... ¡Ahora íba a ir a su habitación! Y después iríamos a pasar la noche los dos solos...

Todo esto, por una parte, no me gustaba porque estaba yendo demasiado deprisa y mis sentimientos chocaban. Pero otra parte me decía que siguiera porque le encantaba estar con Mery y, cuando veía su sonrisa y lo feliz que la hacía, se me olvidaba todo y solo podía pensar en ella. Aun así no podía desviarme. No estaba enamorado de ella. Solo he venido a...bueno...

De momento, me concentré en su hermano. Era muy mono y mostraba signos de estar haciéndose mayor pero mantenía su encanto de niño pequeño. Se parecía a Mery en versión niño y en pequeño. Me sentía muy satisfecho cuando críos así me tenían como un ídolo y me adoraban tanto. Su hermano había venido directamente a mis brazos y estaba tan sonriente como su hermana. Eso me llenaba el corazón.

Cuando terminó de jugar a la Xbox, me preguntó:

- ¿Vas a venir otro día?

Eso me hizo reír bastante. Era algo que ni yo mismo sabía.

- Esooo dependerá de tu hermana.

- ¿De mí? Si yo no te he pedido que vinieras.

- Ah, en ese caso, si quieres me marcho.

- Aqui nadie te obliga a estar aquí -dijo levantando los brazos en señal de inocencia.

- ¡Oye! ¡No seas así con él! -dijo Pablo.

- ¡Gracias, pequeñajo! -le agradecí.

- Entonces que decida él si vas a venir más veces o no -dijo Mery mirando a su hermano.

- ¡Sii! ¡Porfaaa! No hagas caso a mi hermana y ven más veces. Así podré llegar a ser todo un pro -me dijo cogiéndome del brazo.

- Vaaaale. Vendré a verte más veces. Lo digo de verdad -dije con sinceridad; cuando viniera a ver a Mery le haría una visita a su hermano.

Mis palabras hicieron que Pablo se pusiera muy feliz, comportándose igual que cuando Mery se ponía tan contenta. Sonreí.

Espera. ¿He dicho que volvería a venir a visitar a Mery de nuevo? ¿En serio? Rubén, qué estas haciendo con tu vida...

Salimos de la habitación de Pablo y Mery me llevo hasta la suya, pero se detuvo delante de la puerta cerrada y se giró hacia mí.

- Espera. Emm... aquí... no puedes entrar.

- ¿Por?

- Detrás de esta puerta se encuentra mi gran secreto.

- Wow, ¿de veras? ¿Por qué no quieres que entre?

- Mmm todavía no eres merecedor de tal honor -dijo juguetona; eso me ponía bastante.

- ¿Cuándo lo seré?

- Puees... posiblemente la próxima vez que vengas. Así que ya sabes. Cuando vuelvas, no solo vengas a ver a mi hermano si quieres ver lo que hay tras esta puerta.

- Está bien. La próxima vez vendré y el secreto se me será desvelado.

- Que así sea -me dijo ella mirándome a los ojos y levantando su dedo meñique.

Unimos nuestros dedos y los apretamos con fuerza, como si eso sirviera para que nuestro deseo se cumpliera. Eran pequeños, pero a través de ese pequeño contacto fuertes sensaciones pasaban por mi cabeza sin tiempo a asimilarlas. Todavía los manteníamos unidos cuando le dije:

Caprichos del destino (ElRubius y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora