Una adrenalina inusual recorre mi cuerpo ya no habituado a correr tanta distancia seguida, es que vamos a quién se le puede ocurrir salir a correr un sábado en la mañana, los sábados son para dormir o para pasárselo en la cama viendo series, no por andar jugando a ser corredora profesional, pero bueno al parecer mi mejor amiga no tenía nada mejor que hacer además de torturarme.
-¡Mueve ese culo, Eli!-pronunció con efusividad al percatarse que mi velocidad se había disminuido notablemente y que ya prácticamente me había detenido.
-No puedo...Vicky, en serio no puedo más...
Descanse las manos sobre mis piernas aspirando a recobrar el aire perdido, mi respiración estaba sacudida y mi pobre corazón estaba a punto de estallar, definitivamente fue pésima idea esto de pasar tiempo juntas de esta manera en específico.
-¿En serio?-me regaló una mirada de asco y de decepción- ¿En serio vas a flaquear ahora Eliette?-asentí repetidas veces casi sin fuerzas ni para vivir-No, no, sobre mi cadáver mocosa, no seas floja, solo faltan un par de kilómetros para llegar a la meta...Eli...en serio no te puedes rendir ahora...
-¿La meta?
-¡Te tengo una sorpresa!-chilló como niña pequeña que le acaban de regalar una paleta.
-¿Qué es?-pregunté estúpidamente, y me maldije por ser tan tonta.
-¡Boba, si te digo que es dejaría de ser una sorpresa!-se echó a correr arrastrándome con ella, esta chica sí que tiene energía, yo la verdad me siento peor que si me hubieran pateado el estómago Cristiano Ronaldo y Leonel Messi juntos.
Felizmente después de un par de minutos nos detuvimos en lo que parecía ser un parque, ya respiraba con más facilidad, aunque tampoco es como si mis piernas respondieran mucho que digamos...
- ¿A dónde demonios me trajiste desgraciada?
-Me parece que es más que obvio que es un parque-bufó conteniendo una risita.
¡Por Dios! solo espero que la dichosa sorpresa no sea otra más de sus locuras.
-Si eso lo sé estúpida, lo que no entiendo es que hacemos aquí.
-Mira a tu alrededor y dime a qué te recuerda.
Miles de recuerdos conectaron en mi memoria en este momento, miles de recuerdos agradables y divertidos, sonreí y cerré los ojos por un momento para visualizar en mi mente a esas dos niñas traviesas correteando de un lado para otro, me deje llevar y por un par de segundos fui capaz de sentir la felicidad y la buena vibra de estos días.
-Lo verde me recuerda al campo donde Lara Jean Covey y Peter Kavinsky se dieron el primer beso-fingí olvido para fastidiarla un poco, cosa que al parecer logre-¿Es eso?-Contuve una risa grotesca al ver su cara todo mosqueada-¿A eso me tiene que recordar? ¿A la película: A todos los chicos de los que me enamoré?
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Un desastre llamado tú
Teen Fiction"Nunca imaginé que odiarlo tan solo era el primer paso"