Capítulo 13 | Con el alma en la garganta.

25 14 110
                                    

Los siguientes segundos fueron confusos, erráticos e intensos, tenía la cabeza al revés y el alma oculta en la garganta, no sabía cómo sentirme al respecto, nunca nadie me enseñó sobre el amor y sus efectos secundarios y muchos menos que podían su...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los siguientes segundos fueron confusos, erráticos e intensos, tenía la cabeza al revés y el alma oculta en la garganta, no sabía cómo sentirme al respecto, nunca nadie me enseñó sobre el amor y sus efectos secundarios y muchos menos que podían surgir tormentas en mí interior.

Mi respiración subía y bajaba como una montaña rusa a punto de estallar contra el suelo y mi corazón no era más que un remolino de emociones descontroladas y sentimientos encontrados.

Aunque todo este tiempo había intentado disimularlo, era una realidad que desde aquel día en que miré sus ojos quede irrevocablemente flechada por él...

-¿No vas a decir nada?-interrogó Nathaniel, interrumpiendo mis pensamientos-Acabo de abrir mi corazón frente a ti, y tú solo te quedas callada

-¿Qué quieres que diga...?-pregunté de manera retórica.

-Lo que sea, pero no te quedes callada...no te quedes como si... cómo si como nada de lo que acabo de decir te importará.

-En realidad no sé qué decir exactamente-confesé-Estoy conmocionada.

-Tu siempre sabes que decir-El castaño levantó una de sus cejas con diversión poniéndome más nerviosa si esto es posible a estas alturas.

-¡Bingo, genio! Me has dejado sin palabras estaba vez-intenté sonreír pero la verdad terminé haciendo una mueca-Estoy demasiado confundida...

-Y yo demasiado loco por ti Eliette y aunque después de esto me pidas que nunca más te vuelva a buscar, necesitaba, decirte lo que siento...y ahora...ahora necesito saber que tú sientes por mí.

-No lo sé con exactitud Nathaniel-confesé-No tengo nada claro lo que único que sé es que me inquietas, me confundes me sacas de mi centro...

-¿Eso quiere decir que sientes lo mismo?-era notable la ilusión en su voz.

-Ya te dije que no sé qué siento-respondí con obviedad levantándome de manera brusca de la cama y dándole las espalda a para intentar aclarar un poco mis ideas, sus ojos me intimidaban demasiado como para crear un pensamiento coherente si los miraba.

-¿Es tan difícil saber si te acelero el corazón aunque sea un poco?

No pude formular una respuesta coherente o en general una respuesta. Si sentía muchas cosas por él, pero si lo decía en voz alta se convertiría en un hecho y aunque sonara tonto eso me aterraba.

No tenía nada claro, sólo que si le daba rienda suelta a esto que estaba sintiendo terminaría rota. Y aunque suene egoísta no estoy dispuesta a darlo todo por él, no cuando mi corazón y mi estabilidad emocional están en juego.

-Creo que lo mejor es que te vayas-decreté con los ojos cristalizados, era increíble lo mucho que me estaba doliendo pronunciar estas palabras, lo mucho que me estaba doliendo alejarlo de mí.

Un desastre llamado túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora