Cap. 24: Me aterras

17 5 2
                                    

Cap. 24: Me aterras

La juventud y los fines de semana son dos buenos amigos.

Y André, en ese momento, no era sólo noches en bares y sexo placentero. Daba a su vida, una visión del mundo desde ojos completamente diferente.

¿Cómo es que podía seguir con tanta frescura en el camino a convertirse un adulto autosuficiente? Tal vez porque jamás sería uno de esos tipos a los que Mathew estaba tan acostumbrados.

— ¿En qué piensas? — Preguntó André, con las manos al volante, el viento les removía a ambos el cabello, pero sólo a él se les metía de vez en cuando a los ojos. André siempre llevaba lentes oscuros en exteriores. — No has dicho nada desde que salimos.

— Porque salimos a las seis de la mañana. — De una forma perezosa Mathew se colgó del cinturón de seguridad, acomodó el cabeza muy pegado a la ventana y entrecerró los ojos. — Es sábado.

— Te dije que iba a planear algo al aire libre.

— Pero creí que íbamos a ir a correr al parque, llevas dos horas manejando y aún no llegamos. ¿A dónde iremos? Ya salimos de la ciudad.

— Deja de quejarte, estoy siendo lindo y romántico, esta es nuestra primera cita formal. — Mathew sonrió por aquellas palabras, era un estúpido André'. ¿Cómo una cita si jamás se lo había pedido?

— Para ser una cita, debió de haber sido consensuado. — Bromeó. Mathew escondió el rostro para ocultar la sonrisa boba en sus labios. Hacía días que estaba tranquilo. Anestesiado de toda la mierda de la oficina, y aunque llevaba algunos minutos quejándose de lo largo del camino, muy dentro de él, agradecía que el chico a su lado se hubiese dado el tiempo de "sacarlo" de aquella monotonía.

— Been wondering if your heart's still open and if so, I want to know what time it shuts. — Frunció el ceño y levantó la mirada, para observar a André completamente entretenido, mientras sacaba un billete de su cartera para pagar una caseta, su pie golpeaba el suelo de la camioneta al ritmo de la canción que tarareaba, sin ritmo y desafinado, pero aquellas palabras lograron hacerle sentir extraño. — It's just I'm constantly on the cusp of trying to kiss you... estamos por llegar, cinco minutos, así que despereza tu cuerpo.

— Ok — Miró curioso, le costó apenas unos segundos acomodarse bien en el asiento en el que había pasado "desparramado" durante todo el trayecto... — ¿Qué cantabas?

— Do i wanna know?

— Que irónico. — Ambos sonrieron, pero Mathew se sintió para sí mismo al notar la forma tan simpática en la que André engrosaba su voz al pronunciar inglés, memorizaba los detalles de sus gestos, le disfrutaba a cada momento, las canciones, los aromas, todo era una infinita experiencia en la que se sumergía y se dejaba deslumbrar — ¡Ah, hemos llegado!

Lo sabía porque la velocidad de la camioneta disminuía y a la distancia observó el estacionamiento improvisado en el que André ingreso, todo estaba lleno de tierra y había varias colinas alrededor, senderos con marcas de caballos que indicaban el camino que seguirían.

— Anda, bajemos. — Aparcaron y enseguida un hombre se acercó del lado del conductor para ofrecer algunos servicios a su acompañante, él por lo pronto se dedicó a salir de un salto y tomar, del asiento trasero, la mochila que había preparado André.

En menos de cinco minutos estuvieron caminando hacia el prado y comprendía completamente por qué ambos iban de botas, jeans gruesos y un rompe-vientos. Anduvieron a paso rápido, André quería llegar a "un sitio en especial antes de que el sol se pusiera completamente" así que caminaban aún con un poco de niebla.

— Nunca había estado en un lugar como este. Y pensar que estamos tan cerca. — Dos horas ahora le parecían una cosa de nada. — ¿Tú vienes seguido a este lugar? ¿En dónde estamos?

— Aún estamos en la ciudad, a nada de salir y sí, venía mucho cuando era niño. Todos los domingos hacíamos algo en familia, íbamos al zoo, a escalar, a parques de diversiones. — André y su buen humor jamás cambiaban, pero de vez en cuando se les escapaban suspiros, sobre todo cuando hablaba de su pasado. Mathew intentaba seguirle el paso para escuchar mejor. No era el mejor al hablar, pero escuchar se le daba bien. — Eran mis tíos los que me traían de paseo en esta época del año. A pescar... así que hoy pescaré para ti y pediremos a alguien que lo cocine.

— ¿Pescar? — Mathew pensó que aquello sólo sucedía en las películas, no pensó que alguien pudiera pescar en alguna parte de la ciudad. — ¿Sabes hacerlo?

— Era bueno, aunque tiene tiempo que no lo hago. Si fallo es por falta de práctica. —

— Eso me hace dudar...

— No dudes, confía en mí. — André lo pidió de una forma tan sugestiva, con tanta seguridad que por unos segundos Mathew sintió que su corazón se le paraba. ¿Qué pasaba? Estaba tan tontamente involucrado, tan emocionado que era imposible disimular aquella sensación.

Le tomó distraído, se hacía una madeja de ideas y notó la cercanía de André, ni el momento en el que buscó tomarle de la mano. Sus dedos fríos se enredaron entre los suyos y le jaló a su cuerpo.

— ¿Y ahora?

— Ahora tienes que aceptar que esto sí es una cita. — Soltó su mano sólo para pasar su brazo sobre los hombros de Mathew.

— No bromees conmigo, así no. — Intentó soltarse en ese mismo momento, fue sólo el intento porque André no se lo permitió.

La mayor cualidad de André; no podría definirla, pero aún hoy, cuando recuerdo ese momento, pienso que ha sido el día más feliz de mi vida.

— No estoy de broma, Matty. Lo he pensado mucho y quiero poner las cosas claras contigo. Sam y yo hemos roto formalmente el compromiso y... estoy seguro de lo que siento por ti. Mi familia sabe lo que viene a proponerte hoy.

La mayor cualidad de André tal vez era... el plantar semillas de felicidad en cualquier persona que tocara.

(º·. ¸ (¨*·. ¸ ¸. ·*¨) ¸. ·º)
«. ·°·~*~' Nuca entendimos '~*~·°·. »
(¸. ·º (¸. ·¨* *¨·. ¸) º·. ¸)

|¤°.¸¸. ·'¯'» Doki Amare Peccavi «'¯'·. ¸¸. °¤|

Hombre bajo la lluvia |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora