Cap. 23: No estaré
¿Cómo era cada mañana?
Podría escucharla desde temprano ir de un lado a otro, escuchaba cajoneras, la regadera del baño, a pesar del ruido, yo no me levantaba de la cama hasta que ella llegaba con mi uniforme tibio, recién planchado. Me ayudaba a vestirme y después ella se encerraba en su habitación. Le sorprendía en ocasiones; tomaba fijador para el cabello y descalzaba mis pies para subirme al sillón de tres plazas, de frente a la pared, me colocaba en puntas para alcanzar el espejo decorativo que iba de un extremo de la pared al otro.
Jamás hubo desayunos para iniciar el día, ella ponía emparedados en mi mochila o cualquier cosa que encontrara en la mesa antes de salir de casa. Después, tomábamos un taxi hasta el colegio, se despedía cariñosamente de mí, y yo, todas las mañanas sentía que el corazón se detenía un instante mientras me alejaba. Desee por muchos años poder decirle que quería quedarme con ella, pero aquello no era algo que podíamos permitirnos.
Sólo le miraba a la distancia, platicaba con otras personas mientras yo me alejaba... y hasta el anochecer, no volvíamos a vernos. Este un defecto tan grande el que he llevado toda mi vida, y me he tardado otro tanto en aceptarlo. Sabotaje.
¿Y si alguna vez le hubiese dicho que quería quedarme a su lado?
¿Habría aceptado?
En aquel entonces me parecía un lujo el poder estar a su lado, un lujo, que no puedo tener.
.*.
Mathew cerró los ojos, estaba cansado. Eran casi las seis de la tarde y aquella reunión no había tenido ni un pequeño receso desde las diez de la mañana. Ya ni siquiera sabía cuales habían sido las conclusiones hasta ese momento. A ratos observaba a la asistente hecha un lío con su computadora porque entre la presentación y la minuta, no lograba coordinar a qué prestarle mayor atención.
En otra ocasión hubiese llevado sus propios apuntes para realizar su parte del trabajo apenas salieran, pero el proyecto en debate no era algo en lo que se le hubiese incluido, el financiero de la empresa contraatacaba el proyecto de Alex y Bob; por absurdo que pareciera, a él no le habían presentado ningún documento previo a la reunión. Se le había convocado por mero requisito, pero se sentía completamente apartado.
Si desde un inicio le hubiesen informado que "aquello" que se habían quedado haciendo el viernes por la tarde, era justamente aquella presentación, él hubiese apoyado, pero habían decidido llevarlo todo por su parte.
Para ser sinceros, no es como si les estuviese yendo mal en aquella junta, era de esperarse de Alex, no era del tipo que proponía sólo proyectos seguros, no, él iba a la cabeza por todo, analizaba a detalle e incrustaba en las debilidades de la empresa, sugerencias exitosas. Era extremadamente analítico y certero.
Entonces. ¿Cómo es que habían terminado en encuentros sexuales?
En algún momento había empezado a imaginar que el motivo por el cual habían cortado sus encuentros era porque se había vuelto un costal de antipatía. Imaginaba que lo consideraba el único error cometido, en aquella compañía.
Contratarlo, intimar.
A ese punto a Mathew le perjudicaba muy poco toda aquella situación, dependía de la paga para la renta del departamento, no podía darse el lujo de renunciar de buenas a primeras así que se proponía actualizar todos los domingos, su hoja de vida, sin embargo, que postergara por "comodidad" el buscar otro empleo, lo entendía de él, pero ¿Alex?
Alex no era alguien que tuviese lástima por otros.
Alex no se ataba a nadie por simple compasión.
Alex desechaba a cualquiera que no le servía...
¿Por qué lo mantenía en su equipo de trabajo?
— Estás generando el costo de una plantilla de doce contadores y tres auxiliares para los análisis financieros. ¿En dónde está el ahorro en eso? Eres el área financiera y no detectas que más que una inversión, eres el mayor gasto, hoy en día, en la empresa. — La voz de Alex había podido sacarlo de sus casillas al líder de finanzas, se hizo un silencio profundo en la sala y al final, no había podido contraatacar. — Creo que con esto podemos cerrar la reunión. Enviaré la propuesta de reestructura de tu área y apenas sea aprobada, podemos implementar la actualización del ERP.
— Ok, pues entonces que así sea.
— Ed ¿Es todo? Me parece que el análisis de Alexander es deficiente. — Sin tregua, aquella pequeña inconformidad demoró veinte minutos más de la reunión, reunión que Mathew había decidido no ver hasta el final, en algún momento había decidido salir y levantarse al baño, siendo lo bastante lento, regresó a incorporarse, pero en la sala de juntas sólo permanecía una persona. Ingresó; el gerente de finanzas levantó la mirada enseguida.
"Había perdido"
Dirigió a Mathew una mirada pesada, desilusión y coraje que le hizo incomodar. Aquel hombre era el último de "la vieja escuela", Alex se había encargado de reestructurarlo todo, de suplir personas viejas por jóvenes, de cambiar procesos; de esa forma todo era más "eficiente", todo empezaba a automatizarse.
A aquel nivel del camino, por fin Mathew había tenido un reciente ataque de empatía y entendía, ante todo, que tal fácil era para Alex suplir a una persona. Lo sabía por experiencia propia.
¿Pero le importaba?
A diferencia de aquel hombre al que acababan de arrebatarle una vida entera, Mathew tenía, fuera de esas paredes... algo mucho mejor.
¿Y si alguna vez le hubiese dicho que quería quedarme a su lado?
¿Habría aceptado?
En aquel entonces me parecía un lujo el poder estar a su lado, un lujo, que jamás podré volver a tener.
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«. ·°·~*~' Nunca entendimos '~*~·°·. »
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Hombre bajo la lluvia |BL|
Roman d'amourMathew sabía que las más grandes tragedias inician siempre con un pequeño secreto y así inicia su historia: La muerte de su madre, un viaje a la independencia y la constante interferencia de su vida profesional en su vida personal. ¿Es esto converti...