Cap. 22: Yo no debo.
Aroma a estofado, Mathew lograba escuchar una platica en cuchicheo, aún estando desde el comedor del departamento, lo ignoraba y pelaba los vegetales lo más rápido que podía, aquella tarea no era la primera vez que le era asignada, en las ocasiones en las que, Nora, la madre de André llegaba a visitarlos. André y ella se encargaban de todo lo demás.
Era un extraño ambiente familiar, y aunque había preguntado varias ocasiones a André, si quería que les dejara la tarde el departamento, él siempre se negaba rotundamente, a su madre le encantaban las multitudes y él es esforzaba en complacerla en todo lo que le era posible.
André era sobreprotector la mayor parte del tiempo, pero con su madre, las posiciones se invertían y se volvía alguien completamente diferente; demasiado serio, mucho más maduro, mucho menos bromista; André decía que su mamá era una persona sumamente descuidad y él exigía un resumen de su vida cada que tenían oportunidad de verse, para asegurarse de que no estaba metida en ningún problema.
— Hijo. ¿Ya tienes las verduras limpias? — Escuchó la voz de la Nora, al interior de la cocina y para evitar que los trozos cortados cayeran al suelo, Mathew se levantó y caminó hasta la cocina con extremo cuidado, sonrió a la mujer y le ofreció su trabajo como una ofrenda. Él jamás había hecho ese tipo de cosas, no se había interesado nunca por cocinar algo; era una pena..., porque lo poco que sabría sobre cocina, no tenía que ver nada con los sabores que había degustado durante toda su vida.
— Mamá, ve y siéntate con Mathew, yo lo acabo. — Nora miró con cautela a su hijo, no había posibilidad de negarse así que asintió y sonrió al castaño, tomó su vaso de jugo y empujó a Mathew de vuelta al pequeño comedor.
— Ya lo has oído, que va a servirnos en la mesa cuando todo esté listo. — Bromeó, y a su vez Mathew no había tenido ninguna intención de negarse, ya sabía que André se desesperaba con demasiada gente en la cocina.
— Ok. — Sentados uno frente al otro, Mathew observó a detalle cada rasgo de Nora, ella era pequeña y regordeta, con el cabello, castaño claro, lleno de chinos, su bonito rostro ovalado una sonrisa de labios rojos que le hacía ver mucho más encantadora. — Tengo mucha curiosidad por algunas cosas, pero, sé que no es correcto preguntarte.
De pronto, su rostro siempre amable, se mostró un tanto ensombrecido. Mathew intuyó qué podía preguntar, pero, fingió no entender la situación.
— ¿Sobre qué? — Mathew se sentía un poco intimidado por esa mirada, le observó tomar un poco de jugó y después, una sonrisa forzada.
— ¿André ha hablado con Samantha? Es que me da tanta pena saber que se han distanciado de pronto, me gustaría que mi hijo y ella pudieran recapacitar con lo de su compromiso, me daba tanta tranquilidad que ella estuviese con él. — Inmediatamente se mordió el labio, haciendo que un poco de labial le manchara los dientes, el silencio entre ambos fue tan abrupto que André terminó asomando su rostro por el marco de la cocina.
— Mamá, ¿Estás preguntando cosas que no debes, a Matty? Va a esconderse la próxima vez que venga.
— ¿Qué? ¿Has escuchado? — Ella se levantó de golpe para regresar con André, pero Mathew ya había dejado de prestarles atención. Que nombrasen a "Sam" le hacía sentir incomodo, un malestar que le hacía revolver el estómago e impedía que en su rostro se mostrara gesto alguno.
Estando solo, se dio el permiso de fruncir el ceño.
A Samantha ¿Le detestaba? No, por supuesto que no, pero ocurría que por alguna razón se sentía mucho mejor si nadie le mencionaba. Deseaba infinitamente que su nombre no saliera en las conversaciones, y aunque le había visto sólo en fotografías, la imagen de su rostro sonriendo a André, le hacía sentir intimidado.
Ella simplemente era alguien que le hacía sentir en peligro.
Decían su nombre y se sentía como una presa huyendo de un depredador.
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«. ·°·~*~' No viendo nada '~*~·°·. »
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Hombre bajo la lluvia |BL|
RomanceMathew sabía que las más grandes tragedias inician siempre con un pequeño secreto y así inicia su historia: La muerte de su madre, un viaje a la independencia y la constante interferencia de su vida profesional en su vida personal. ¿Es esto converti...