Cap. 26: Luna de las cuatro de la tarde.

27 5 2
                                    

Cap. 26: Luna de las cuatro de la tarde .

¿Por qué pudimos ver la luna, en ese viaje, durante el día?

.*.

Algo que había descubierto Mathew, después de aquella mañana, era su imposibilidad para comer algo que minutos atrás, acababa de ver vivo. Al final había pedido un empapelado con verduras y queso, hecho a la leña de la misma forma que la pesca de André.

Ambos comían, en las mesas rusticas de manera vieja, del sol sólo les protegían unas laminas pintadas de rojo, comían al aire libre rodeados de algunas mesas más, Mathew estaba un poco de lado porque las sillas se improvisaban con unos troncos chuecos, así que además de tener que ver a André comer, jugaba a enterrar la punta de sus talones, para evitar que su tronco girara y él terminara en el suelo.

— Era una falla hepática, él siempre estaba mirando la televisión, yo llegaba de la escuela, mamá no estaba, así que yo me encargaba de preparar la comida, comíamos siempre en silencio, a pesar de estar enfermo siempre fue alguien estricto... o tal vez fue a causa de su enfermedad que tenía ese carácter. No sé, como sea, de no ser por las veces que mis tíos me traían aquí, yo hubiese sido un tipo idéntico a él, con mal genio e inconforme con todo.

— Eso no suena, para nada, a ti. — Porque no había algo a lo que André hubiese mostrado disgusto hasta ese momento. Y ¿Con mal genio? Jamás le había visto ni un poco molesto. Para nada.

— Cuando cumplí catorce años, él murió. Una visita a urgencia y jamás regresó. Era muy triste no tenerlo en casa, pero fueron muchas cosas buenas que empezaron a pasar a mi alrededor, el humor de mamá mejoró, las salidas con mis tíos se hicieron más frecuentes, empecé a comer lo que yo quería. — André enterró un tenedor en el pescado, en la piel brillosa humedecida por el jugo de la salsa que lo cubría, partió un enorme trozo y lo comió con verdadero placer. — Era como un esclavo, que recupera su libertad, era adolescente con las hormonas a mil, la comida en exceso y los cambios de ánimo por la muerte de mi padre. La única forma que encontró mamá para sacarme de eso fue meterme a natación apenas notó que empecé a aumentar de peso. De ser un chico completamente aislado y al cuidado de papá, pasé a tener todas las tardes clases de "algo", natación, idiomas, campamentos; cualquier cosa que mamá encontrara era una buena opción para pasar la tarde mientras regresaba del trabajo.

Después de medio día el lugar había empezado a llenarse de familias y justo en ese momento para escuchar a André, tenía que estar inclinado sobre la mesa, acercando más su rostro para no perder ningún detalle de su historia. André había empezado a platicar por qué le gustaba aquel lugar y había terminado hablando de su padre.

— Ser así, como eres, es algo nato... tal vez los cursos, y todo eso, sólo te ayudó un poco más. — Mathew jamás había ido a algún campamento, ni a cursos de veranos, a pesar de su promedio él sólo había conocido las clases de regularización por la tarde. Jamás se había sentido cómodo con tanta gente cerca de él. Jamás había imaginado, de niño, que todas esas cosas que hacían otras personas en la televisión, podían realizarlas las "personas reales".

— No sé, siempre había pensado que había sido de esa forma. — Mathew aprovechó el silencio para comer un poco más y bebió agua de frutas, a pesar de toda aquella intimidad, la estaba pasando bien, había una extraña sensación de apertura y recién en ese momento no podía resistirse a nada, estaba "fluyendo". Ambos lo hacían. — Pero, en fin, así es como se dieron las cosas., jamás imaginé que traería a alguien aquí para contarle mis demonios, es como suicidio social.

André bromeó, ambos rieron, comieron un poco más en silencio, hasta que Mathew se atrevió hablar sin una pregunta.

— Tengo una tía. — Durante todos esos meses, jamás había vuelto a hablar de su familia con nadie, sus gestos se habían endurecido un poco. Posiblemente André habría sabido leer su incomodidad, pero sólo escuchaba, quería decir más. — De mi padre conozco muy poco, no estuvo presente, gradualmente dejé de saber de él, no tengo hermanos y en cuanto a mi madre, ella no, ya no...

Hombre bajo la lluvia |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora