³𝑵𝒖𝒆𝒗𝒐𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔 [𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓&𝑻ú][✔]

C18. "Inimitable"

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Narra Aidan:

Estrellas...

Eran tan brillantes, preciosas pero a fin de cuentas me gustaban tanto...

Tanto como la chica que ahora mismo estaba a lado mio observandolas con enojo.

Si, así es. Enojo.

-Ya quita esa cara...- reí entrelazando nuestras manos.

-No, es... mejor dicho, fue muy injusto.- negó y solo así me levanté un poco para sentarme, ella hizo lo mismo ya que quedamos frente a frente.

-El guardia debía ir al recital de su hijo.- reí.

-Si pero... porqué no dijo que se lo cuidara? O mejor! Ambos lo hubieramos cuidado, el sabe cuanto queremos a pogo, no se vale.- suspiró. -Sin pogo no es lo mismo, es aburrido y no vale la pena venir a ver las estrellas si no está el.- soltó.

Puse mi mejor cara de indignado y negué.

-Entonces... solo vienes por pogo?.- pregunté. -En dondo quedó yo, eh?!.- dije dramático y ella río fuertemente. -Agh, dejame... no me toques, estoy enojado.- dije levantandome del cesped y caminando lejos de ella.

Esta de inmediato me siguió.

-Era un decir!.- río tomando mi brazo pero seguí caminando hacia al bosque.

Porqué si... la clinica del jardín daba directo al bosque de los ángeles, nadie más que yo de imbecil lo estaba traspasando por ahí ahora mismo.

-Aidan! Ven aquí! Te vas a perder!.- escuché su voz a lo que seguí adentrandome. Al poco rato escuché sus pasitos venir conmigo.

-Es que... solo me haces sentir mal.- dije y al fin me senté en una roca gigante de por ahí. Ella solo río sentandose a mi lado.

-No fue mi intensión... prometo que no volveré a decirlo, no volveré a hacerte sentir mal.- pronto deposité un beso en sus labios.

Me alejé un poco mientras acariciaba su mejilla tiernamente. Amaba ver sus ojos color _____ bajo la luz de la luna, se veían preciosos, tan radiantes.

Jamás los había visto así, siendo sinceros.

-Eres preciosa a la luz de la luna...- susurré.

Ella solo me miró ladeando su cabeza.

-Preciosa no es algo que me describe como tal... mucho menos bajo la luz de la luna.- dijo negando.

-Tienes razón... eres inimitable.- susurré asintiendo.

Ella me miró frunciendo el ceño pero cuando volví a besarla suspiró siguiendome el juego, nuestros labios se mezclaban tan bien a la luz de la luna, simplemente era un momento bello entre los dos.

Mi cuerpo temblaba ahora demasiado, tenía nervios, sin embargo cuando empecé a recostarla en aquella gigante roca, mi mente empezó a revolotearse como si miles de mariposas volaran en ella.

-Aidy...- escuché su delicada voz mientras bajaba los besos a su cuello. De inmediato me alejé y sonreí con los labios en una linea curva.

-H-hace años que no me decías asi...- dije y ella solo río tiernamente. -No sabes cuanto había estado esperando para que... volviera a escuchar ese sobrenombre de tus labios.- asentí sincero.

-Pues ahora lo volviste a escuchar... ahora estamos juntos.- susurró mirando mis ojos. -Tantos años para que justo ahora estemos aquí, juntos pero sobre todo... enamorados.- siguió.