³𝑵𝒖𝒆𝒗𝒐𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔 [𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓&𝑻ú][✔]

C47. "¿Contracción?"

Narra Aidan:

Mis pies no daban para más cuando me encontré frente a aquella casa, sin más entré, agradecía que el guardia me conociera, es decir... esta era como mi segunda casa.

Suspiré nervioso y entrando me topé con el gran living del lugar, aun recordaba cuantas peliculas habíanos visto en ese lugar.

Negando, me encaminé a la cocina.

Sacando aquel jugo de tomate en el envase lo empiné a mi boca. Dios... esto era delicioso.

Realmente delicioso.

—Amor...— escuché tras de mi. Volteandome con rápidez, noté a una (T/n) sonriente pero extrañada. —Tu tomando jugo de tomate?.— se cruzó de brazos mientras se dirigía a mi. —Me sorprende, tu lo odias con todo tu ser.— sonrió tiernamente.

—No estabas ocupada?.— dije sarcástico. Tomando un vaso esta vez, vacié el contenido del jugo y lo tomé.

—Si, pero terminé como a las 6 y regresé a casa...— explicó.

Suspiré frustrado, aquella foto...

—Oh, quería decirte algo... estoy muy emocionada, sabes porqué?.— pregunté con emoción.

Sus ojitos estaban dilatados y sin duda alguna no era por verme a mi.

Si, no me digan... luego de tantos años al fin supe porqué cuando ella me miraba se le dilataban los ojos. Al parecer si pasa eso, es porque le gustas o está enamorado...

Algo tonto pero prefería creer en ello.

—¿Por qué?.— pregunté seco. Ella sonrió corriendo a mi para abrazarme sin embargo yo no se lo seguí.

—Tengo un papel en una nueva serie!.— dijo separandose, sonriendo fue hasta su bolso y me entregó un libreto.

Al tomarlo lo observé un momento y luego a ella, sin esperar a más se lo devolví y pasando de ella caminé hacia al otro lado de la cocina para lavar el vaso.

—N-no te da gusto?.— preguntó siguiendome. La miré un segundo y asentí. —Entonces no entiendo porqué te estás comportando así... que-que es lo que sucede?.— preguntó confundida.

La observé de nuevo, sus ojos se encontraron con los míos, parecían mirarme con dolor y tristeza, suspirando fui hacia a ella y la abracé.

La abracé como si fuera la última vez.

La abracé como si fuera alguna despedida.

Sin embargo no, no lo era.

—Aidan, que sucede?.— oí su suave voz, sentí sus manos acariciar mi espalda con delicadeza, yo me alejé un poco y sin esperarlo a más conecté sus labios con los mios.

Era un beso sincero, uno que sin duda alguna se notaba lleno de amor, del amor que seguía sintiendo aún así ella me engañara con cualquiera.

—Oh por dios, porqué se besan delante de los pobres?.— una voz masculina hizo que ambos nos separaramos.

Al voltear mi corazón se paró.

Era el, era timothée.

—Por qué nos interrumpes?.— dijo aquella chica quien ahora practicamente estaba colgada de mi cuello mientras yo seguía tomando su cintura y veía sin poder creerlo al ruloso frente a nosotros. —Sabes que amo besarlo... no podías quedarte en la habitación de huespedes un ratito más?.— dijo irritada.

Alto... timothée? Cuarto de huespedes?

¿¡Que mierda estaba pasando aquí?!

Pronto me separé de (T/n) viendola incrédulo. Ella frunció el ceño notando mi rigidez y mi alejamiento por lo que queriendo acercarse de nuevo, negué con mi mano.