𝐒𝐃 || Ellie LeBlanc se muda a la ciudad de All Valley en donde conoce a Eli y Demetri, con el tiempo ella se hace mejor amiga de estos dos. Pero ¿qué pasara cuando se entere que ambos sienten algo por ella?.
"Son mis mejores...
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Me levanté con el sonido de mi alarma y lo primero que hice fue acercarme a mi ventana y levantar un poco las persianas de mis ventanas, desafortunadamente no había una vista increíble solo era, ya saben, Reseda.
Desde mi ventana observé como Miguel y sensei Lawrence salían de sus departamentos con unas gafas de color negro y no pude evitar soltar una pequeña risa. Luego de un rato traté de no acostarme nuevamente en la cama y empecé a ejercitarme para después darme una ducha, desayunar y emprender camino hacia el dojo.
- ¿Qué hay, Migue? - saludé al chico cuando llegué al local.
- ¡Hey! - contestó al saludo pero sin muchos ánimos.
- ¿Otra vez es por Sam? - pregunté, harta.
- Si, dijiste que hablarías con ella. ¿Lo hiciste?. - mis ojos salieron de mis órbitas al recordar que dije eso y al final no lo hice.
- No, no he tenido mucho tiempo pero puedo ayudarte de otra manera. - el frunció el entrecejo y yo le entregué mi celular. - Llámala. Te contestará al ver que se trata de mi.
- ¿Crees que sea buena idea? - me miró no tan convencido.
- Hazme caso, llámala. - ordené y como el moreno no se animaba tuve que marcarle yo. Estuvieron hablando por un rato hasta que por la expresión del chico intuí que no salió nada bien.
- Maldita sea, me colgó. - pateó el suelo y me entregó el teléfono de mala gana.
- Tranquilízate, Miguel. - traté de no molestarlo tanto o sabía que explotaría.
- ¡¿Dije que podían hablar?! - gritó Hawk desde atrás y giré a ver. Al parecer estaba gritándoles a los nuevos así que me acerqué.
- Discúlpenlo chicos. Él solo los está molestando. - pasé mi brazo por encima del hombro de ambos nuevos.
- Si, además, todos saben que sus nombres son "inútil e inepto". - bromeó Miguel y todos reímos.
La puerta del dojo se abrió y un hombre anciano entró por la puerta. El tipo venía con una maleta y sinceramente me intimidaba un poco. Todos posaron sus miradas en él.
- ¿Quién es ese? - preguntó Hawk.
- No lo sé. - contestó Miguel. Por un momento, Hawk estuvo viéndome. Traté de no hacer contacto visual y para eso me cambié de lugar junto a Aisha.
Sinceramente aún me costaba estar cerca de Eli, los sentimientos que tenía por él no se habían ido de la noche a la mañana y escucharlo alardear y presumir que estaba con una de las chicas más populares de la escuela me provocaba una sensación horrible en el pecho pero sé que pronto pasará y volveré a ser la misma de antes.
