𝐒𝐃 || Ellie LeBlanc se muda a la ciudad de All Valley en donde conoce a Eli y Demetri, con el tiempo ella se hace mejor amiga de estos dos. Pero ¿qué pasara cuando se entere que ambos sienten algo por ella?.
"Son mis mejores...
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- Sensei, que hacemos aquí? - pregunté pero me ignoro por completo
- Sensei, seguro que podemos estar aquí? - esta vez preguntó Miguel
- Si no se preocupen, el conserje es mi amigo - contesto
- Esta bien - susurramos ambos
- Bueno muéstrenme sus manos - dijo y sacó una cuerda de su bolsillo
- Aquí tiene - dijo el ecuatoriano extendiendo ambas manos
- Para que es eso? - pregunté haciendo lo mismo
- Haces muchas preguntas niña - dijo el adulto callándome
Ambos aún teníamos las manos extendidas, el sensei cogió la cuerda y la ató a nuestras muñecas, Miguel y yo nos mirábamos entre si con confusión en nuestro rostro, bueno yo más miedo que confusión.
- Oiga...que hace? - preguntó Miguel
- Genial, nos va a secuestrar? - murmuré en tono burlón
- Cuando están en una pelea su primer instinto es usar los puños, cierto?....deben olvidar eso y pensar con las piernas. - habló el sensei mientras le hacia un nudo a la cuerda atada en nuestras muñecas
- Emm...y como pienso con las piernas? - preguntó Miguel
- Oh bueno...solo... - dijo y vi como empujo al trigueño hacia el agua de la piscina
- Que demo.. - no acabé de hablar debido a que sentí el empujón, no tan fuerte del sensei, provocando que cayera al agua junto con Miguel
Me hundí en el agua, no podía respirar, noté como Miguel luchaba con las cuerdas para poder salir pero no lo lograba, iba a ir hasta el pero la desesperación me ganaba, pataleaba, me impulsaba hacia arriba, pero nada funcionaba.
- Usen las piernas, salgan pateando! - escuché al sensei desde arriba dándonos "ánimos"
Sentí como el sensei jalaba de la capucha de mi sudadera, mientras que al latino lo jalaba del cabello elevándonos fuera del agua.
- Me ahogo - dijimos respirando con dificultad
- Ahogarse es de nenitas entendido?, no sean unas nenitas y usen las piernas - dijo el sensei y nos volvió a meter al agua
Empecé a patalear aún más fuerte pero no lograba salir, por un momento sentí como una de mis piernas se acalambraba, no le di importancia y seguí pateando, quería demostrarle al sensei que no era una nenita y que soy mucho más que solo una nerd amante de los libros y comics. Pensé en rendirme y en eso el rubio volvió a jalar de mi capucha sacándonos del agua nuevamente.
